¿Cómo se mide la vida de un Yogui?

El Pranayama, la ciencia de la respiración, fue y sigue siendo practicada por los Yoguis de la India y del mundo, durante muchísimos años.
El Prana es aquello alrededor de lo cual gira la vida. Existente en todos los elementos del Universo desde el aire a las plantas, y desde las piedras hasta el agua, es una sustancia esencial para la vida en este planeta. Es imposible describir el Prana "físicamente", como alguno de los componentes de tales elementos, pero está en todos ellos y no es visible ni medible, sin embargo, es lo que les da "vida", energía vital. Sin Prana, nada tendría energía y el ser humano no podría existir.
Por esta razón, la práctica del Pranayama es fundamental entre los Yoguis: es sin duda el medio más eficaz de ingresar Prana al organismo.
También afirman los Yoguis que las ansiedades, los problemas de nuestra cuerpo (que se originan siempre en nuestra mente primero), sobrevienen cuando uno no puede ejercer el control de la respiración. Así, ellos dedican largas horas a las prácticas respiratorias, y precisamente esta prolongada ejercitación de cada técnica hace que entre los principiantes se produzcan los trastornos orgánicos como hipo, dolor de cabeza, tos, dolor de oídos o de ojos, flatulencia.
Les lleva meses antes de lograr realizar los ejercicios adecuadamente. Esto es, realizar inspiraciones profundas y lentas (Puraka), pero exhalaciones aún más lentas (Rechaka), hasta lograr vaciar completamente los pulmones (esto se relaciona con el vaciado de la mente y de sus componentes de Maya o ilusión).
En ese punto, recién se puede aprender a hacer retención de la respiración (llamada Kumbhaka) Luego de haber inspirado con lentitud y comprendido que lo que se ha ingresado al cuerpo es el espíritu, el Yogui se concentra durante la retención de la respiración, en la convicción de ser un espíritu, desechando lo ilusorio, lo material, las ligaduras que atan su alma al mundo.
En la repetición asidua de estas técnicas, los Yoguis adoptan un ritmo de respiración constante que fortalece todo su aparato respiratorio y a medida que logran controlar sus deseos y ansias, la mente se libera y se abre a la comunicación con las esferas del Yo Superior. Es así que logran un gran poder de concentración, de equilibrio físico y mental y alcanzan la longevidad. También las técnicas respiratorias les permiten mantener largos ayunos de purificación (personalmente he sido testigo de un ayuno total de 45 días, sostenido con Pranayama).
Entre los Yoguis, el Prana es la vida, el alimento, la fuerza, la vitalidad. Todo pueden adquirirlo a través de la respiración. Y no necesitan nada más.
Tal es la importancia que quienes realizan la práctica seria del Pranayama le atribuyen a la respiración, que la vida de un Yogui no se mide por los años que vive ni por la cantidad de meses, días o minutos. Curiosamente, cuentan como tiempo de permanencia en este plano terreno, el número de sus respiraciones. Y con eso está todo dicho.

Lejos de mitificar los ejercicios de Pranayama, quisiera aclarar que en Occidente, durante años se han enseñado y practicado estas técnicas con mucho éxito, si bien hemos adaptado el modo de practicarlas a nuestra forma de vida. Se trata de técnicas sencillas que si bien obviamente requieren constancia y una práctica asidua, realizadas en un principio bajo la supervisión de un profesor que conozca esta ciencia, permiten observar resultados positivos en muy breve plazo.
De modo que también son altamente recomendables, para nosotros, los occidentales.

Autores: Staff de la Revista Crecimiento Interior.

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