EL STRESS Y NOSOTROS

La vida cotidiana nos enfrenta a frecuentes situaciones con necesidades y urgencias de diversa intensidad que actúan como presiones y ante las cuales los organismos, tanto animales como humanos deben adecuarse.
A esta adaptación a las condiciones de cambio se las ha denominado "síndrome general de adaptación" y abarca, principalmente, procesos complejos de naturaleza neuroendocrina, neuroquímica, fisiológica, y otras. En este proceso, el "stress" es una etapa que corresponde a la movilización interna del organismo para hacer frente a tales exigencias y responder a las nuevas situaciones que requerirán cambios.
Estas son reacciones reflejas, automáticas, innatas de defensa que preparan al individuo para luchar contra el agente biológico, el golpe, el traumatismo, etc. o el conflicto perturbador y recuperar nuevamente el equilibrio perdido, restableciendo así la salud.
Con frecuencia, factores tales como: una intensidad excesiva en los estímulos que el organismo debe soportar, su perduración en el tiempo, etc., provocan fallas en los mecanismos de recuperación y dan lugar a las "enfermedades de adaptación"
la disconformidad crónica,
el apuro,
la urgencia,
los estados de búsqueda ansiosa,
los sentimientos de necesidad e impotencia,
el alerta constante,
la preocupación,
los peligros,
el miedo, etc., generan ansiedad, angustia y tensión.

Cuando estas situaciones perduran y se instalan en el tiempo, el stress se constituye en un proceso relativamente independiente del síndrome general de adaptación, en una "enfermedad" en sí misma.

Autor: Dr. Atilio Ferraro.