¿Son riesgosas las terapias alternativas?
¿Están los pacientes en peligro?

Hace unos días, en uno de los principales diarios del país, aparecía en la Tapa, los siguientes títulares:
"TRATAMIENTO PARA LA SALUD: MAS DEL 50% USA TERAPIAS ALTERNATIVAS" y agregaba: "…Pacientes en peligro: 33,6% de la gente utilizaba en el momento de la consulta una terapia alternativa que podía ser riesgosa…". Esto se complementaba, en el interior del diario, con un importante informe que ocupaba dos páginas. El mismo, basado en una encuesta realizada en el Hospital de Clínicas, detallaba las siguientes terapias alternativas:
- Homeopatía
- Hierbas medicinales
- Dietas especiales
- Masajes
- Curanderos
- Acupuntura
- Flores de Bach
- Meditación
- Control mental
- Sanadores espirituales
- Parapsicología
- Hipnosis.
De este modo todas esas actividades pasaban a soportar dos etiquetas. Por una parte se convertían en "terapias alternativas" y por otra por el hecho de serlo se les agregaba la etiqueta de "riesgosas", al poner a los pacientes en peligro.
Analicemos las etiquetas: ¿Son esas actividades "terapias alternativas"?. ¿Son "peligrosas" esas terapias?.
Imaginemos por un momento, que alguien interesado en demostrar los peligros de realizar actividades Olímpicas, afirmara que las principales disciplinas de las Olimpíadas son:
- Natación
- Participantes anotados
- Remo
- Estudio de la musculatura humana
- Carrera de 100 metros.
- Limpieza de Relojes antigüos
Usted lo objetaría de inmediato.
Usted no incluiría a los "participantes anotados", dentro de las disciplinas Olímpicas. Afirmaría que la encuesta es sobre la actividad en sí, y no sobre quién la ejerce. Con ese criterio tampoco entonces incluiría a un "Sanador espiritual", o a un "Curandero" dentro de las terapias alternativas. Nunca podría ser "una terapia" ya sea alternativa o no, pues se trata de "personas" y no de tratamientos.
Tampoco usted incluiría dentro de las disciplinas Olímpicas al "Estudio de la musculatura humana", pues sabe que esto es un "campo de conocimiento" y no una actividad olímpica. Por lo tanto tampoco incluíria "La Parapsicología", pues esta es una rama del conocimiento que estudia los fenómenos paranormales y no una terapia.
Tampoco usted incluiría dentro de las disciplinas Olímpicas: "Limpieza de relojes antíguos", pues por más noble que sea la actividad, no pertenece al ámbito de las Olimpíadas. Con el mismo criterio tendríamos que descartar a la Hipnosis, pues no es una terapia alternativa, y en otros países del mundo es utilizada oficialmente dentro de la medicina tradicional. Es más, en determinados hospitales de los Estados Unidos se utiliza por los médicos, como eficaz reemplazo de la anestesia.
Respecto a las dietas, la meditación, el control mental y el masaje, no son terapias alternativas en su naturaleza. La meditación y el control mental, que dicho sea de paso es una variante de la meditación, son técnicas que se utilizan en todo el mundo para otros fines, incluso religiosos.
El hecho de que ciertas disciplinas puedan ser utilizadas por las personas para ayudarse durante una enfermedad no las convierten en una terapia alternativa en el sentido que le da el informe. De lo contrario cualquier actividad que ayude al enfermo podría ser una terapia alternativa, y caer dentro de la calificación de "peligroso". Así comenzaríamos a dudar del uso del Teatro, el dibujo, la pintura, y el canto, en su objetivo de ayudar al enfermo, son muy variadas las actividades que ayudan al ser humano para su crecimiento y armonía y que nadie relacionaría con "algo riesgoso".
Respecto a la Homeopatía, les cedo el lugar a los médicos homeópatas, que seguramente podrán argumentar con mayor fundamento qué lugar ocupa esta terapia dentro de la salud.
Las hierbas medicinales, como su nombre lo indica, han formado parte de la medicina desde el nacimiento de la misma, y sería saludable verlas dentro del ámbito de la medicina tradicinal, y no como una terapia riesgosa.
Respecto a la acupuntura, sería interesante que se consultara a los expertos a nivel mundial antes de incluirlo como una terapia alternativa y riesgosa, al extremo de afirmar que la acupuntura puede llegar a desacomodar vértebras. Me imagino un médico acupunturista chino con el suficiente sentido del humor para afirmar que tomar píldoras medicinales es peligroso, pues, al ingerirlas, si se inclina mal la cabeza podría producirse un desacomodamiento de vértebras.
Y por último las Flores de Bach. Lamentablemente su creador, el Dr. Edward Bach, ha muerto, pues hubiese sido interesante que este prestigioso médico inglés, se enterara de los peligros que podrían producir sus gotas.
Ya podemos ir contestando a las preguntas planteadas: ¿Son esas actividades "terapias alternativas"?. Indudablemente NO, se han mezclando en una misma bolsa a actividades de los más diversos géneros, con los sujetos que podrían ejercerlas, y con estudios que no son terapias.
Respecto a la otra pregunta: ¿Son peligrosas esas terapias?. Afirmar que las actividades detalladas son peligrosas "para la salud del paciente" no soporta el menor análisis. Aparte de lo informado más arriba, no me imagino el peligro que pueden producir un masaje, el meditar, el control mental, o cualquiera de los otras actividades indicadas, salvo los peligros propios originados en cualquier actividad mal realizada. Tema que los médicos conocen bien, pues los juicios por mala praxis médica están a la orden del día.
Por otra parte el informe afirma que: "…los profesionales no sólo se preocuparon por los peligros de estos tratamientos, sino también por el extraordinaro gasto enconómico que pueden producir esas terapias alternativas…".
En realidad el extraordinario gasto económico proviene del precio exhorbitante de los medicamentos tradicionales y no del precio de unas gotas de florales. Dicho sea de paso, la meditación y el control mental, hasta donde se sabe es gratuito, dado que lo único que se necesita para realizarlo es la voluntad de cerrar los ojos, y disfrutar de sus beneficios.
Respecto "…a la preocupación ética y legales de actividades no reguladas…", me han enseñado como abogado que lo no regulado entra en la esfera constitucional que, en Argentina, permite a sus habitantes hacer lo que la ley no prohíbe.
Vamos ahora a considerar tres elementos que considero claves del informe para encausarnos en la buena senda. Ellos son:
- El nuevo rol médico paciente: el poder lo tiene el paciente.
- La responsabilidad en el uso de las terapias alternativas.
- La importancia de la información.

El nuevo rol médico paciente:
Uno de los especialistas afirma que: "…hay que poner el acento en que el poder lo tiene el paciente y lo comparte con el médico, se trata de homologar la condición de persona…".
Esto nos permitirá reconocer el punto de partida "el poder lo tiene el paciente".

La responsabilidad en el uso de las terapias alternativas:
Siendo que el informe afirma que: "…recurrir a estas terapias no es una costumbre inocua, sino que se asocia a riesgos de enmascarar enfermedades y de interferir otros tratamientos, anulando o restándoles eficacia…", podemos coincidir en la importancia de usarlas responsablemente para evitar "enmascaramientos " o "interferencias".

La importancia de la información:
Dice el informe que: "…La información sobre terapias alternativas se difunde a través de legos, de revistas sin fundamento científico, de rumores, de propaganda. La información profesional aún no incorporó este tema. Y la gente se encuentra con muy pocos elementos para poder comparar…".
Nada más cierto en dicho informe, prueba de ello, es la equivocación que se comete en el mismo al intentar clasificar las "terapias alternativas", llevando confusión al lector desprevenido.

Por esto la divulgación de información correcta es clave para avanzar en el conocimiento de dichas terapias. Y aquí el rol del médico es clave. Puede ayudar a su paciente a informarse responsablemente. Convertirse en su "socio clave".
De este modo, el paciente podría realizar en forma paralela al tratamiento médico, las terapias alternativas más convenientes a su dolencia. Estas terapias se convertirían entonces en complementarias, sin riesgos de interferir con otros tratamientos.
Entonces sí, como en otros lugares del mundo, como en Italia que está considerando un proyecto de ley para oficializarlas y de ese modo comenzar a enseñarlas en las universidades, podremos dejar de pensar en términos de "terapias alternativas" y podremos comenzar a pensar en "terapias complementarias".


Autor: Dr. Dino Ricardo Deon, Ph.D.