EL EXTRAORDINARIO NÚMERO 7
Desde que Dios creó el mundo en 7 días, este número está unido de misteriosos modos a nuestra vida
Hay principios universales indisolublemente ligados a ciertos números que son avalados por todas las religiones y civilizaciones. Entre los más importantes se cuenta el número 7.
Según la cábala representa la "Ley divina que rige el Universo". Y si pensamos que siete días empleó Dios para crear el mundo, habrá que reconocerle a este número un poder especial.
No es "coincidencia" que sean siete los días de la semana. Ni tampoco que los antiguos identificaran en el cielo a los siete planetas mayores que influyen sobre la Tierra y lo seres que la habitan. Pero antes, mucho antes, allá en los principios, aparece el número siete en toda su gloria: "Mi arco he puesto en las nubes", le dice Dios a Noé después del diluvio, (Génesis, Cap. 9 Vers. 13). Un arco que será la señal del pacto de paz entre El y la tierra ¡Era el maravilloso arco iris, con sus siete colores!¿Más? Sí, mucho, muchísimo más. La "música de las esferas" se expresa con notas. ¿Cuántas? Siete. Una nota musical para cada esfera o planeta. Al divino "creced y multiplicáos", la astrología responde ubicando al matrimonio en la casa número 7 del Zodíaco. Comprendiendo el misterio, el significado trascendental de este número los hebreos encienden siete velas en su candelabro. Siete son las Maravillas del Mundo. Siete son los principios herméticos. Siete las famosas Partidas de Alfonso el Sabio. Siete los velos de la Danza Sagrada. En el Apocalipsis (5:6) dice "... y en medio de los ancianos había un cordero: estaba de pie y parecía haber sido inmolado; tenía siete cuernos y siete ojos, que son los siete Espíritus de Dios enviados a toda la tierra." Vemos entonces como el "logos" bajo el disfraz de cordero se propone encarnarse en materia, para animarla y espiritualizarla y elevarla a Dios, todo bajo la simbología del siete.
Y si queremos acercarnos a la absoluta pureza, a la nobleza total, recordemos la admonición de Jesús: "Perdonarás a tu hermano setenta veces siete". Y las siete conmovedoras palabras del Calvario: "Padre, perdónalos, no saben lo que hacen...".
El número también aparece vinculado a nuestra minúscula condición humana: recién a las siete horas de nacido, se sabe si el niño vivirá, y a los siete días le cae el cordón umbilical. En el organismo existen siete plexos vitales, que deben cultivarse buscando la perfección espiritual, ya que hay siete virtudes contra las cuales se enfrentan siete vicios o pecados capitales.
Y aparece en los viajes que modifican la historia del mundo. Cristóbal Colón, descubre América en 1492. Y vemos que 1+4+9+2 da 16. Y 1+6 = 7. Hoy en la Era Tecnológica el anhelo de colocar un hombre en la Luna se cumple en el año 1969. Sumados sus componentes, 1+9+6+9 = 25; reducido 2+5 nos da otra vez el mágico número 7.
En el terreno esotérico se lo conoce bajo el nombre de la Héptada. En los naipes del Tarot, recibe el título de "El Carro de Osiris", significando victoria, éxito, verdad y justicia. Y precisamente ésto es lo que anuncia el número siete cuando se sueña con él. Triunfos a nuestra medida, se entiende: Pequeñitos, si nuestras aspiraciones lo son. Y muy grandes, cuando lo que estamos persiguiendo se refiere a las más altas realizaciones del alma humana.
Autor: Iván Kirov.