SIMBOLOGÍA Y POÉTICA DE LAS CAMPANAS
(continuación)

En primer lugar entonces, el significado simbólico de la Campana es por su sonido, aludiendo al Poder Creador, a la Voz de Dios como el Verbo Creador. Al sonido primigenio que se despliega en las 7 notas musicales correspondientes a los 7 colores en que se despliega también la luz, es decir a los 7 rayos que sostienen la existencia. Esto es tenido muy en cuenta en la Campana Tibetana, que reiteramos, es una herramienta usada desde hace miles de años por los monjes tibetanos. Su forma esférica representa el equilibrio del que formamos parte todos los seres de universo y los sonidos que producen son, justamente, siete y están compuestas por la aleación de los siete metales que se relacionan con siete planetas: Oro con el Sol, Plata con la Luna, Cobre con Venus, Plomo con Saturno, Estaño con Júpiter, Hierro con Marte y el Mercurio con Mercurio. Los budistas Zen las utilizan para la meditación. Cuando se sientan a meditar en la postura adecuada, dan un suave golpe a la campana con el que inducen la concentración.
El efecto de la sutil vibración de la campana es percibido por todo el cuerpo, de lo cual deriva también, su uso terapéutico.
En segundo lugar, es su forma la que contiene una fuerte carga simbólica.
Las formas de las Campanas son infinitas según sus múltiples clases (teniendo cada una su respectiva denominación, por ej.: esquilón), sumadas a las variedades increíbles que brinda la creatividad decorativa del hombre, pero obviamente, considerando su forma básica, la Campana se liga con la forma geométrica del" triángulo", que simbólicamente es la Trinidad, primera manifestación de Dios.
Luego, se vincula con la forma de la "copa" en posición inversa, que nos conduce al Cáliz (o Santo Grial) y su simbolismo de eje vertical, como puerta de ascenso y descenso del cielo. Éste se une a su vez, con el símbolo del Sagrado Corazón por la contención de la Sangre de Cristo; significando ambos, el Centro Divino del ser integral, o la verdadera identidad divina que se halla en la esencia del hombre o la humanidad.
Y finalmente, también se relaciona con la forma de la "bóveda", que alude a la Bóveda Celeste, símbolo cósmico. La bóveda celeste y su eje central del mundo, es claramente representada en los templos con la cúpula y su ventana central (llamada "ojo del duomo") y en las Campanas, por su forma abovedada, su posición colgante y su pendiente badajo, justamente productor del sonido.
Todo esto refiere a la espiritualidad descendiendo a la materia o el cielo cubriendo a la tierra y a la "comunicación" entre estos dos planos o mundos, o macro y microcosmos. La Campana, es "comunicación"; es mensajera, como ya expresamos, del lugar Sagrado y la voz de Dios. Y por ello es que también, las Campanas han sido utilizadas en diversas culturas, en rituales funerarios, considerándolas como medios de comunicación con las almas que se hallan en los otros reinos. En este punto se puede conectar también con el simbolismo del Arco Iris, ya que este es "puente" entre los reinos superiores e inferiores (tema que tratamos extensamente en El Simbolismo y la Poética del Arco Iris).
Por último, nos quedaría sumar que el poder simbólico de las Campanas ha llegado hasta el uso de ellas como amuleto protector contra las potencias del mal, por ej. en las Campanas que se colgaban de los cuellos de los animales, ya que más allá de cumplir con la función propia del cencerro: saber la ubicación de éste, se consideraba que su sonido ahuyentaba los peligros que podrían sufrir.

Por todo lo expuesto en cuanto a su simbolismo y por el encanto de sus acordes, es que muchos poetas, como habíamos anticipado, han cantado a las Campanas y también músicos han creado composiciones para ellas, como los conciertos para los Campanarios musicales.
Ya las campanas musicales de oro eran un instrumento que se usaba en las grandiosas ceremonias oficiales de los emperadores feudales de la antigua China.
Existe la música de campanas que en francés llaman "carillón", vocablo sin traducción al español que proviene del antiguo vocablo francés quadrillon (del latín quadrilio: cuaternario) y significa "repique de cuatro campanas" (porque estaban compuestos, en su origen, de cuatro campanas). Este es un sistema de campanas diversamente acordadas, colocadas con simetría y dispuestas convenientemente para la ejecución de sonatas.
Otro ejemplo es la Obertura 1812 de Tchaikowsky, en la que aparece una combinación de campanas y cañones.
Y tal vez, lo más impactante al respecto, son las creaciones del músico catalán Llorenc Barber, quien hasta la fecha ha compuesto más de 70 obras ("Vaniloquios Campaneros") para varias ciudades de Europa y América Latina. Por ej. la que desde 1993 se realiza una vez al año en Cholula, México, que es un concierto urbano en el que las campanas de 33 iglesias siguen la partitura escrita especialmente para ellas. Esta partitura toma en cuenta las características y la localización de cada una de las 120 campanas que intervienen en la composición. La ejecución de la monumental obra se basa en indicaciones cronométricas precisas. El concierto se puede escuchar en forma estática, desde un lugar alto, o caminando por las calles, sintiendo el efecto de multiplicación de la melodía.
En cuanto a los poetas, entre los argentinos podríamos nombrar varios ejemplos de dichas inspiraciones. Arturo Capdevila (1889-1967) con "Córdoba de las Campanas" es uno de ellos. Y del resto del mundo, transcribimos a continuación fragmentos de una poesía del norteamericano Edgar Allam Poe (1809-1849):

Por el aire se dilata/ alegre campanilleo…
Son las campanas de plata/ del trineo...
¡O, que mundo de alegría/ en el ambiente glacial!

(…) Y cuan dulce y cuan sonoro/ din, dan, din, dan…
de la campana de oro/ que en su lenguaje musical
celebrando esta el misterio/ de la noche nupcial.

(…) Y el bronce alarmante clama, clama, clama,
como se extiende la injuria/ del incendio y es ya
locura el pavor.

(…) Din, dan, din, don…/resuena en el corazón
din, dan, din, don,…/de la campana que dobla
con lento y lúgubre son.

Y para terminar, este fragmento de "Devociones para ocasiones emergentes" del poeta inglés John Donne (1572-1631):

" ¿Quién no echa una mirada al sol cuando atardece?
¿Quién quita sus ojos del cometa cuando estalla?
¿Quién no presta oídos a una campana cuando por algún hecho tañe?
¿Quién puede desoír esa campana cuya música lo traslada fuera de este mundo?
Ningún hombre es una isla entera por sí mismo.
Cada hombre es una pieza del continente, una parte del todo.
Si el mar se lleva una porción de tierra, toda Europa queda disminuida, como si fuera un promontorio, o la casa de uno de tus amigos, o la tuya propia.
Ninguna persona es una isla; la muerte de cualquiera me afecta, porque me encuentro unido a toda la humanidad; por eso, nunca preguntes por quién doblan las campanas; doblan por ti."

Para el sentir poético, las Campanas resultan un instrumento angélico cuyo sonido es como el eco dorado de una voz celestial, inmensamente armonizadora. Con su ritmo pendular, su vibración se extiende provocando un llamado que sintoniza el corazón, haciendo alzar una mirada contemplativa al cielo y marcando una guía para todo espíritu atento.-

Agradecemos la amabilísima colaboración en cuanto a datos históricos (a través del trabajo de Fernando E. Rodríguez-Miaja: "La voz de las Campanas") y de los poetas citados, al Director del MUSEO DE LAS CAMPANAS DE MINA CLAVERO - CÓRDOBA (Urquiza 962-CP. 5889 / info@fundacioncampanas.org.ar), Sr. Edgardo José Gilardi.-


Autora: Elsa M. Rolla.