¿Quién está enfermo y quién está sano?

La organización mundial de la Salud (OMS) define a la salud como "un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no sólo la ausencia de enfermedad o dolencia"; incorporando de esta manera dos ámbitos que anteriormente no habían sido considerados con demasiada importancia ante la necesidad de sanar una enfermedad. Ellos son: el mental y el social. Si bien autores como Frankl incorporarían el plano existencial a esta definición, aún así la consideramos un gran avance en materia de Salud.
A lo largo de los años diferentes criterios han sido tomados en cuenta para definir a una persona como enferma, y utilizamos el término "definir" adrede, teniendo en cuenta que muchas veces un diagnóstico puede actuar sobre el paciente como una especie de profecía autocumplidora (produciendo aquello que diagnostica); un ejemplo muy sencillo sería una señora que visita a un terapeuta porque se siente desganada, ante el diagnóstico de depresión del "profesional", es muy posible que la señora comience a manifestar los síntomas de una verdadera depresión... si antes no tenía ganas de ir a hacer las compras, ahora ni siquiera se levantará de la cama... Este es un ejemplo muy simple que puede llegar a suceder debido a un mal utilizado diagnóstico, y no olvidemos que al diagnosticar congelamos la esencia del ser humano, que consiste en un ser en el mundo en constante devenir y cambio. Sin embargo, un diagnóstico bien utilizado colabora con el tratamiento y sobre todo favorece el trabajo en equipo; teniendo siempre en cuenta que un diagnóstico orienta el proceso de curación y no debe rotular al paciente bajo una definición patológica.
Volviendo a los criterios de salud y enfermedad, observamos que en el pasado se consideraba a una persona enferma cuando no se sentía bien, sin embargo, los avances tecnológicos permiten hoy en día descubrir enfermedades como el Sida o el cáncer sin que el paciente presente todavía síntomas de la enfermedad. En el ámbito de la psicología encontramos un ejemplo que también refuta esta antigua teoría del "no sentirse bien" como criterio de enfermedad; es el caso del psicótico maníaco delirante, quien por su patología nunca sabe ni siente que se encuentra enfermo.
Es así como un nuevo criterio surge, en donde se toma en cuenta las lesiones del cuerpo. Pero por supuesto que resulta nuevamente ineficiente puesto que existen personas enfermas que no presentan lesiones morfológicas, como puede ser el caso del hipotiroidismo, en donde la glándula Tiroides funciona por debajo de lo normal pero no se encuentra lesionada. ¿Podemos entonces definir como sana a aquella persona que no presenta ni lesiones ni disfunciones orgánicas?. Existen autores que consideran que la salud o la enfermedad deben medirse según el rendimiento social y su capacidad para trabajar o producir una obra valiosa. Y aquí comenzamos con la controversia... veamos algunos casos conocidos y reflexionemos sobre el tema.
A Vincent Van Gogh se le ha adjudicado desde una psicosis, un Síndrome de Menier a una Epilepsia psicomotora, todavía las discusiones continúan en relación a cuál era la enfermedad que aquejaba a este enigmático artista. Lo cierto es que logró crear cerca de ochocientos cuadros en nueve años y su vida se vio plagada de sucesos extraños marcados por su enfermedad. Sus crisis hicieron que intentara tragarse sus pinturas, alucinara que deseaban envenenarlo, se cortara el lóbulo de su oreja e incluso produjera el disparo que le causaría su muerte. Pero más allá de todo lo sucedido logró crear el cuadro que fue considerado el más caro del mundo: "Retrato del doctor Gachet", vendido en 1990 a $82.5 millones. ¿Estaba Van Gogh enfermo?. Desde un criterio físico y psicológico por supuesto que sí, pero desde un criterio que toma en cuenta las creaciones culturales, no. Los estudiosos del arte postulan que nada tuvieron que ver sus crisis con sus producciones artísticas, que incluso Van Gogh dormía cuando lo acometía una crisis puesto que le era imposible pintar. Pero, ¿fueron estas crisis quienes cubrieron su mirada de un matiz único el cual logró reflejar a través de sus pinturas?, ¿hubiera sido el artista que fue si las crisis nunca hubieran aparecido?, ¿no refleja un estado de salud existencial el tratar de ir más allá de su limitación y expresarse artísticamente?... Son muchos los interrogantes que se nos presentan y muchas las respuestas que van apareciendo...
Otra celebridad que demuestra estar completamente sana más allá de su enfermedad es el científico británico Stephen Hawking. En 1963, a sólo 21 años de edad le fue diagnosticada una enfermedad irreversible y fatal, de la cual muy poco se conoce actualmente sobre ella: Esclerosis Lateral Amiotrófica. Esta enfermedad poco a poco fue paralizando cada uno de sus músculos hasta que debió valerse de una sofisticada silla de ruedas para movilizarse e interactuar con los demás. Sin embargo, se doctoró en física y trabajó en las leyes básicas que regulan el universo, realizando importantes contribuciones y siendo considerado un genio por la comunidad científica. En el 2002, casi treinta y nueve años después, este hombre a quien le habían pronosticado que sólo viviría hasta los veintitrés años, celebró con entusiasmo sus sesenta.
Ludwig Van Beethoven, músico extraordinario creador del "Himno a la Alegría", alrededor de los treinta años una enfermedad lo deja sordo y biografías extraoficiales comentan que debido a la terquedad de no aceptar su sordera, y a las peripecias del destino, pierde a quien recibiría el nombre de "su amada inmortal". A pesar de su sordera, los estudiosos consideran que sus mejores obras fueron escritas en los últimos momentos de su vida.
Y hace muy poco pudimos deleitarnos con una maravillosa película llamada "Una mente brillante", inspirada en la vida real del genio matemático John Forbes Nash, cuya esquizofrenia producía que su mente creara personajes inexistentes con quienes entablaba una intensa relación. John no sólo ganó el premio Nobel en 1994 sino que demostró a todos los psicólogos y psiquiatras del mundo, que la medicación muchas veces no es la mejor solución en estos casos, y que su inteligencia le permitió encontrar una solución más "sana" a su problema.
Todas estas celebridades nos muestran que las diagnosticadas enfermedades no deben "enfermar" nuestra existencia, que debemos recuperar el resto sano y tomar una actitud positiva, más allá de cualquier traba o impedimento que nos depare el destino. Siempre podemos ser creativos o colaborar con nuestra Sociedad, siempre podemos estar sanos más allá de nuestro diagnóstico, porque el verdadero poder de curación se encuentra en nosotros mismos.


Autora: Marina Gimena Deon