Velas que logran relajarnos

Las actividades diarias, las responsabilidades, el correr sin descanso todo el día de un lado hacia el otro tratando de cumplir nuestros compromisos... todo esto nos genera un estado de nerviosismo y stress que nos pesa en nuestras espaldas y en nuestros hombros, que tensiona nuestro cuerpo, que ataca nuestra mente impidiendo un merecido sueño y que nos abate hasta acabar con nuestras fuerzas... Necesitamos entonces urgentemente relajarnos y permitir a nuestro organismo que se equilibre nuevamente. Pero no contamos con el dinero para asistir a una semana en un Spa, si lo tuviéramos ¡sencillamente no estaríamos corriendo!. Pues bien, muchas veces no hace falta una gran cantidad de dinero sino conocer algunos secretos, escuchar las recomendaciones y por supuesto seguirlas.
Lo primero a realizar es dejar de correr y detenerse unos minutos, cuando el cuerpo se encuentra exhausto sólo diez minutos pueden ser la gloria. A su vez, esos minutos deben dedicarlos enteramente a ustedes, sin pensar en nadie más. Todo el día estuvieron pensando en los otros (madre, hijos, esposo/a, jefe, compañeros de trabajo, hermanos...) ¿no merecen aunque sólo sean diez minutos exclusivamente para ustedes?. ¡Por supuesto que sí!.
Luego, buscaremos un lugar especial donde deseen relajarse en esos minutos que han elegido (por supuesto que cuanto mayor sea el tiempo, más agradecidos estarán su cuerpo y su mente). Puede ser un jardín, una habitación, el baño... En el caso de ser una habitación de la casa procuraremos que sus paredes no estén pintadas de colores fuertes como el amarillo, naranja o rojo, sino de colores suaves como el celeste o el blanco. Evitaremos los ruidos y la luz brillante, y de ser posible desconectaremos el teléfono o apagaremos el celular. En el baño pueden optar por darse un delicioso baño relajante si poseen tina. En ese caso les recomendamos agregar al agua unas gotas de aceites como la manzanilla, el jazmín, la lavanda o la bergamota. Hipócrates es conocido por haber dicho "la mejor manera de curar es tomar un aromático baño y masaje diario". Los aceites esenciales son muy simples de usar en el baño, sólo se debe utilizar una combinación total de gotas de aceite entre 5 a 8 para toda la tina. Si se tiene piel sensible, es recomendable no agregar aceite esencial puro, sino diluido en algún aceite vegetal (los más utilizados son el aceite de almendras o el de jojoba).
Las velas también colaboran con el momento de relajación, muchas veces poseemos velas pero no las utilizamos porque tememos no poder reponerlas. Es por ello que en este artículo les enseñaremos a elaborar sus propias velas artesanales exclusivamente dedicadas a la relajación.

Ya habíamos comenzado a explicar sobre esta elaboración en revistas anteriores, por lo que no nos detendremos demasiado en los aspectos más generales ya conocidos por nuestros lectores, sino que profundizaremos en la posibilidad de que nuestras velas nos ayuden con el necesitado descanso.
Quienes no tuvieron la posibilidad de leer los números anteriores, les recomendamos visitar la sección de "Manualidades". Allí no sólo conocerán en forma gratuita sobre la creación de velas artesanales, sino también sobre la elaboración de sahumerios y velas flotantes.
Es sabido entonces que el elemento necesitado es la Parafina, pero no aquella que se compra en la ferretería, sino otro tipo de parafina fácil de conseguir en cualquier artística o casa especializada en la venta de insumos para manualidades. Derretiremos a baño María la parafina, teniendo en cuenta que los elementos que utilicemos no pueden luego ser usados en la elaboración de comidas. Una vez derretida le agregaremos el colorante elegido, el cual debe ser graso (como es el caso de las anilinas a la grasa de marca Colibrí). Recordemos que el color elegido debe ser claro, los colores ideales son el celeste, rosa, verde claro, blanco, lila y colores tranquilos como los pasteles. No recomendamos el uso de colores como el amarillo, el rojo y el naranja, utilizados como estimulantes nerviosos. Si deseamos una vela blanca (y la parafina es de buena calidad), no hará falta colocarle colorante a nuestra vela.
Con rapidez y evitando que nuestra parafina se enfríe agregaremos unas pocas gotas de esencia. Les aconsejamos utilizar aromas como el de bergamota, incienso, jazmín, melisa, rosa, lavanda o manzanilla. Nunca utilizar aceites estimulantes como el pomelo, la mirra y el patchouli, salvo que busquemos renovarnos para continuar con nuestra jornada.
Luego volcaremos la parafina derretida en un molde debidamente preparado. La preparación consistirá en colocar en su interior un poco de aceite de cocina, el cual actuará como desmoldante, siempre cuidando de no dejar residuos del mismo ya que puede manchar la vela. A su vez introduciremos en el molde dos instrumentos que reciben el nombre de varillas y guía con orificios, que nos permitirán preparar el espacio por donde luego pasaremos el pabilo de la vela, una vez que la misma haya solidificado.
De esta manera tan sencilla tendremos listas nuestras propias velas relajantes.
Les aconsejamos tener mucho cuidado de mantener alejadas las velas de cualquier objeto inflamable, nunca dejar velas encendidas si se retiran del lugar y traten siempre de apoyar las mismas en platitos, fanales o candeleros, que evitarán que se derramen y manchen los muebles.
Desde el ámbito de la Gemoterapia y para que nuestro espacio especial sea más ameno a nuestros objetivos, tener algunas de las siguientes piedras colaborará con nuestra relajación: jade, obsidiana, ágata, aguamarina, amazonita, pirita o topacio. ¡Cualquiera de ellas equilibrará nuestro organismo y aquietará a nuestra ajetreada mente!.

Autora: Marina Deon



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