Ángeles
mensajeros de Dios

San Agustín nos explica que el nombre de "ángeles" indica el oficio y no la naturaleza de estos seres superiores. Cuando hablamos de su naturaleza nos referimos a que los ángeles son espíritus, y estos espíritus tiene por oficio justamente el ser ángeles.
El trabajo de estos seres espirituales consiste en ser mensajeros y enviados de Dios. A lo largo de la historia cristiana han, por ejemplo, conducido al pueblo de Dios, asistido a los profetas y anunciado nacimientos (como es el caso del Ángel Gabriel anunciando la inmaculada concepción de Jesús). Ángel (angelus) quiere decir, en efecto, "mensajero".
Cada fiel tiene a su lado un ángel de la guarda que actúa como protector y lo ayuda a conducirse correctamente en la vida terrenal. Estos ángeles custodios son asignados por Dios a cada persona en el momento de su concepción.

Oración al Ángel de la Guarda

Angel santo de la guarda,
compañero de mi vida,
tú que nunca me abandonas,
ni de noche ni de día.

Aunque espíritu invisible,
sé que te hallas a mi lado,
escuchas mis oraciones
y cuentas todos mis pasos.

En las sombras de la noche,
me defiendes del demonio,
tendiendo sobre mi pecho
tus alas de nácar y oro.

Angel de Dios, que yo escuche
tu mensaje y que lo siga,
que vaya siempre contigo
hacia Dios, que me lo envía.

Testigo de lo invisible,
presencia del cielo amiga,
gracias por tu fiel custodia,
gracias por tu compañía.

En presencia de los ángeles,
suba al cielo nuestro canto:
gloria al Padre, gloria al Hijo,
gloria al Espíritu Santo. Amén.

A su vez se han clasificado a estos seres espirituales en tres jerarquías, cada una con tres coros.
La primer jerarquía y por supuesto la más alta se dedican exclusivamente a glorificar, amar y alabar a Dios en su presencia. Entre ellos encontramos los Serafines, los Querubines y los Tronos.
La segunda jerarquía resultan responsables de todo el universo, gobernando el espacio y las estrellas. Ellos son Dominaciones, Virtudes y Potestades.
La tercer jerarquía compuesta de Principados, Arcángeles y Ángeles, intervienen directamente en la vida de los hombres, cumpliendo con los mandatos de Dios.
La Iglesia honra a tres figuras celestiales, ellos son los Arcángeles San Miguel, San Gabriel y San Rafael.
Miguel o "Mica-El" significa "¿Quién como Dios?" (expresando la imposibilidad que exista un ser superior a Dios). Es considerado el guerrero protector de la Iglesia católica. Recordemos la conocida imagen de ese bello joven alado venciendo al maligno dragón. En las Sagradas Escrituras el Arcángel Miguel se menciona como "Príncipe de los espíritus celestiales", apareciendo como un gran guerrero contra el diablo y toda la ilegalidad entre los hombres. De ahí su nombre en la Iglesia "Príncipe de los espíritus celestiales".
Gabriel o "Gabri-El" significa: "Mi poder es Dios" o "Poder de Dios". Siempre aparece en la tierra para dar buenas noticias y se encuentra asociado con la concepción y el nacimiento. Su emblema personal es el lirio que simboliza, por supuesto, la concepción. Artistas extraordinarios como Leonardo Da Vinci, Rubens, Tiziano o Zurbarán, plasmaron en sus famosísimas obras el momento en que Gabriel se aparece a María para indicarle la llegada de Jesús. Todo estos pintores denominaron de la misma manera a sus creaciones como "La anunciación". Turistas de todo el mundo viajan a Florencia, Italia, para ver con sus propios ojos la más conocida de todas: "La anunciación" de Leonardo Da Vinci.
Rafael o "Rafa-El" significa: "Dios cura". Es el arcángel mensajero del amor y protector de los enfermos.


Autores: Staff de la Revista Crecimiento Interior.