MISIÓN: Argentina libre y poderosa

En la Argentina aún amada por muchos, se está librando la lucha entre el Bien y el Mal, y el Mal... está ganando.
Hay una profecía misteriosa que el Mal teme: ¿Cómo puede ser que un País casi totalmente sometido pueda convertirse en el Faro del Mundo?.

EL PUNTO DE PARTIDA: EL ERROR Y LA FALSEDAD

Según el Diccionario el "error" es "un concepto equivocado o juicio falso" y lo "falso" es "lo incierto y lo contrario a la verdad".
Siendo que la "verdad" nos hará libres, el vivir en el error y la falsedad nos mantiene esclavos.
Entre el error y la falsedad vivimos hoy los argentinos.
La falsedad que nos impide conocer la verdad. El error que es su consecuencia inevitable.
Errores y falsedades que se han ido instalando en nuestra cultura, en nuestro modo de pensar, en nuestra vida diaria, de modo tal, que tomamos decisiones sin analizarlas, sin considerar su verdad o falsedad.

ACTUAMOS BASADOS EN EL ERROR
Erramos al creer que lo que realmente sucede es sólo aquello que leemos, escuchamos y vemos en los medios de difusión pública.
Erramos al considerar que el frente de batalla debe concentrarse en los pequeños enemigos, esos que terminan siendo Tigres de papel, mientras los de verdad siguen devorando nuestro País.
Erramos al creer que es suficiente ser decentes y trabajar, sin involucrarse en la lucha por la patria.
Erramos al creer que se trata de cambiar las leyes que rigen nuestras instituciones, sin comprender que están infiltradas por el enemigo.
Erramos al creer que somos una Nación vencida.
Erramos al creer que no somos parte de un conflicto, que podemos permanecer al margen, que podemos recluirnos en nuestro pequeño entorno hasta que la situación mejore.
Erramos al creer que debemos mantenernos alejados del poder y de la política que es su brazo ejecutor.
Erramos al creer que los argentinos somos individualistas y que nada ni nadie puede unirnos. Desconociendo que existe "lo nuestro", que hay un interés común detrás de nuestras diversidades.
Erramos al creer que los símbolos patrios no tienen un significado trascendente, ni un poder convocante.
Erramos al creer que "conciencia nacional", y "ser nacional" son simplemente palabras.

Erramos al creer:
- Que las cosas son como son y que no las vamos a cambiar.
- Que el ser humano no se realiza a través del trabajo productivo.
- Que los delincuentes seguirán libres.
- Que el problema lo puede resolver otro.
- Que se trata sólo de mejorar la educación, la cultura, la economía.
- Que los valores morales no rigen la verdadera vida.
- Que no es necesario tener un alma nacional.
- Que somos habitantes y no ciudadanos, que no tenemos responsabilidades morales hacia nuestra Patria.
- Que son víctimas y no responsables.
- Que el orgullo nacional no es algo que sea necesario manifestarlo ni enriquecerlo.
- Que se puede vivir en la desesperanza y la incredulidad.
- Que la soberanía del pueblo la debe defender otro.
- Que podemos cerrarnos en nuestro pequeño mundo sin importarnos el otro, que podemos no involucrarnos en la lucha.

Erramos en muchas cosas más, pero hay un error principal y es el que nos impide evitar los otros.
Y el principal error es creer que este caos, es casual, que no existe ninguna fuerza oculta, inteligente, permanente, y feroz, que lo dirige.

¿Nunca se ha preguntado...?
- ¿Por qué un pueblo tan pacífico, está tan cerca del enfrentamiento armado?.
- ¿Por qué una Nación que puede alimentar a setecientos millones de habitantes tiene cientos de miles de habitantes hambrientos?.
- ¿Por qué, en vez de estar trabajando en forma fructífera, nuestro pueblo está mendigando asistencia social?.

Para contestar a estas preguntas y salir del error, debemos comprender que detrás de todo este "aparente caos", existe un enemigo que busca su botín. Debemos saber que ha llegado el momento de levantar el velo de las sombras para poder ver la luz, y en esa claridad observar la verdad.

EL CONFLICTO
¿Vivimos en un mundo de armonía, donde todo tiende hacia el bien y el orden, o en un mundo de conflictos, donde a una fuerza se le opone otra?.
Vivimos en un mundo de fuerzas opuestas. Todos los días a nuestros músculos se opone la fuerza de gravedad que, atrayendo nuestro cuerpo hacia la tierra, nos permite desarrollar nuestra fortaleza.
Hace más de 300 años Isaac Newton describió una ley básica de la física: "a toda fuerza se opone otra de igual intensidad y de sentido contrario".
Nuestro pensamiento moderno se desarrolla a partir de Descartes, que necesitó imaginar su enemigo: un Genio Maligno que quería engañarlo, para llegar al Cogito ergo Sum "pienso luego existo".
En el plano espiritual se afirma que "En todos los campos se enfrentan las fuerzas del bien y las del mal; fuerzas divinas y fuerzas satánicas en lucha para impedir la realización del Plano Divino".
En el plano de los poderes mundiales Hutin afirmaba que "La Tierra es el teatro de una eterna lucha, de desafíos, de constantes antagonismos, no sólo en el plano de los sucesos de los cuales los periódicos dan amplia cobertura, sino también en el de las grandes Sociedades Secretas".
Existe en consecuencia, en todos los campos, una fuerza que se opone a otra. Alguna produce beneficios, como la de la gravedad. Las físicas no tienen "intención" y aparecen como consecuencia de otras. El Genio Maligno permite entender cómo actuaría una fuerza desconocida pero con inteligencia y maldad. La actuación en el plano espiritual nos hace pensar en otros mundos que a veces olvidamos pensando demasiado lo que sucede bajo nuestros pies, y finalmente el pensar en "poderes mundiales" nos hace tomar conciencia de conflictos supra nacionales, para entender qué efectos puede producir en nuestra Patria.
Sea cual sea el nivel que analicemos, en todos los casos la fuerza de mayor intensidad se impone a la otra y logra su objetivo.

EL ENEMIGO: LOS MERCADERES DEL TEMPLO
La lucha del poder de las Tinieblas se inició hace mucho tiempo. Tiene forma de poderes ocultos a nivel mundial que buscan su propio beneficio.
Ellos consideran que pueden intervenir en determinados países para realizar actos de dominación. Este mundo de fuerzas muy poderosas están trabajando desde hace muchos años en Argentina.
Este es nuestro enemigo. Él es nuestro antagonista, él es la fuerza que se nos opone.
Este enemigo tiene mala voluntad hacia nosotros los argentinos y nos desea y hace el mal. Hace en consecuencia lo contrario al bien. Se aparta, para lograr sus fines, de lo lícito y honesto.
Este enemigo es el que nos provoca las desgracias y calamidades que padecemos.
El enemigo tiene su asiento principal fuera de nuestro país, posee enorme poder y muchas formas para manifestarlo.

¿Qué busca el Enemigo?
Tiene como objetivo convertir a La Argentina en su botín de guerra.

¿Cómo actúa para lograr sus fines?
Para actuar con mayor libertad, el enemigo quiere convencernos de que él no existe. No se puede combatir lo que no existe. Por ese motivo, este enemigo oculto prefiere manifestarse a través de aliados, y empleados concientes o engañados, en vez hacerlo en forma abierta.
De este modo, a nosotros los argentinos nos falta la conciencia de saber quién es el enemigo verdadero, el externo. Buscamos entonces identificar enemigos internos. De ese modo no solamente atacamos efectos en vez de causas, sino que además nos enfrentamos en nuestro territorio, provocando cada vez más debilidad y división.
El plan básico del enemigo, se basa en el antiguo concepto de "divide y reinarás".
Para ello se propone fragmentar la Nación en una serie de pequeños Estados independientes y en conflicto permanente.
Para lograrlo necesita primero enfrentar a sus habitantes. Este enfrentamiento se realiza a nivel global y a nivel individual.
A nivel global el ataque está enfocado a las Instituciones básicas de nuestra Nación, y a todo aquello que convoque a la unión de los argentinos en un alma nacional.
A nivel de instituciones básicas de nuestra Nación, actúa deslegitimando a las mismas. Ésta es una etapa esencial hacia su destrucción. Por otra parte, busca mantener poder dentro de ellas para dominarlas.
Ataca además a todo aquello que convoca a la unión nacional. Se busca destruir así a los símbolos patrios, la moneda, los valores nacionales, etc.
Se crean enfrentamientos internos. El objetivo es que seamos nuestros propios adversarios. El enemigo quiere que nos veamos como clases sociales enfrentadas, como sectores enfrentados, como argentinos enfrentados.
Busca fragmentar al pueblo, a la familia, a los grupos, a las asociaciones, a los amigos, hasta convertirlos en individuos aislados y temerosos.
Ataca a la economía, a las empresas, a los trabajadores.
Ataca al individuo aislado, debilitando y sometiendo así a los habitantes a su poder.
Ataca desde dentro de las instituciones educativas, y de comunicación.
El enemigo para dominarnos en forma pacífica busca instalar en nuestro pensamiento una serie de falsas creencias, convirtiéndonos en "argentinos dormidos".
Para lograr su propósito, las armas del Enemigo son muchas: mentira, odio, egoísmo, poder, dinero, corrupción, engaño, envidia, manipulación, miedo, opresión.
Así, un pueblo fragmentado, que no conoce a su verdadero enemigo, que no conoce qué lo impulsa, qué es lo que busca de nosotros, termina aceptando cualquier tipo de remedio a su enfermedad y de ese modo va cumpliendo el plan trazado por el enemigo para obtener su botín.
El enemigo cree estar cerca de tener el control de nuestra Patria. Pero todavía tenemos tiempo, a este mal sólo se lo destruye con el bien, pues es la luz que disuelve la oscuridad.

INFORME DESDE EL CAMPO DE BATALLA: ARGENTINA HOY.
Parecemos ovejas dispersas y asustadas...
Los hechos reveladores de la situación actual son muchos y de diverso origen, el enemigo busca que nos ocupemos en tratar de solucionar alguno de ellos, mientras otros adquieren dimensiones incontrolables. De este modo atacando efectos en vez de las causas, nos seguimos debilitando.
Observe el siguiente listado, y tome conciencia que es imposible solucionar varias de estas aparentes causas al mismo tiempo, sin que otras se tornen inmanejables.
- Hambre
- Inseguridad
- Pérdida del sentido nacional
- Pérdida de la moneda
- Bajos salarios
- Falta de rentabilidad
- Reglas de juego económicas inestables
- Inseguridad jurídica
- Desocupación
- Industrias cerradas
- Tensión social
- Ausencia de valores
- Falta de confianza
- Impuestos altos
- Pérdida de la cultura
- Falta de crédito
- Falta de educación
- Pérdida del respeto
- Pérdida de fechas patrias
- Falta de respeto a los símbolos patrios
- Caos
- Personas que se sirven del poder
- Instituciones infiltradas con personas corruptas
- Nepotismo
- Corrupción en los distintos sectores sociales
- Falta de respeto por el trabajo honrado
- Marginales en vez de gente humilde
- Dependencia de poderes externos
- Síntomas de desintegración de país
- Endeudamiento fuera de las posibilidades de pago
- Falta de inversión en el futuro
- Ausencia de políticas de Estado
- Desunión de los argentinos

Deja de mirar desolado estos hechos reveladores de la realidad, todavía estamos a tiempo: éstos son, como dijimos, los efectos, no las causas.
Piensa en involucrarte activamente, a ti que te sientes orgulloso de tener naturaleza solidaria, a ti que te sientes avergonzado e impotente ante esta realidad. Comprende que las fuerzas del mal buscan que te enfrentes con tu hermano.
A ti que creíste en una Argentina grande y poderosa.
A ti que creíste que era posible la justicia social, la libertad económica, la soberanía política.
Mira hacia fuera, hay fuerzas poderosas, con intereses de largo plazo, que buscan sus propios objetivos. Quieren la Argentina esclavizada a sus pies.
Ya no puedes ser indiferente, ni tibio, entrega tu corazón a la causa.
Nos han sumergido en el error, para finalmente dominarnos. ¡Despierta!. Comienza a entender cómo se destruye una Nación para dominarla y que entregue pacíficamente el Botín deseado.
Tú tienes una Patria, el lugar donde naciste. Ellos quieren poseerla.
Comienza a ver claro y distinto, comienza a mirar dentro de la realidad.


Autor: Dr. Dino Ricardo Deon.