ALQUIMIA, del plomo al oro
(fin del capítulo 2)

Habíamos visto, en la revista anterior, que el Hombre Plomo es un hombre dormido, también habíamos anticipado las áreas de análisis que definen a ese modelo de hombre.
- Constitución físico-energética
- Mundo de Dualidad: muralla del paraíso
- Objetivos Terrenales
- Conocimiento del Universo
- Conocimiento de su mundo interior
- Creación del Fuego
- Focalización
- Nivel de actuación
- Finalidad Superior
Veremos ahora las últimas dos áreas, a fin de completar el perfil del Hombre Plomo.

NIVEL DE ACTUACIÓN
El hombre dormido, busca dominar un mundo externo que no entiende, utilizando un cuerpo que no conoce, a pesar de lo cual, y de lo incoherente de la situación, a veces está satisfecho consigo, mientras sigue viviendo en el absurdo. Considera que mantenerse dentro de los límites que le impone su fragmentado mundo, es algo meritorio que lo llena de orgullo.
Este hombre encerrado en el fastidio, en el trabajo duro, o en la "cultura", pierde el poder de regir su vida y se convierte en una víctima que no pide ser salvada. Desde este lugar de víctima definitiva e insalvable por falta de deseo, comenzará a expresarse en un tono "quejoso". Para él "la vida es difícil", "hay muchos problemas", "todo se complica". De este modo, al actuar en un nivel muy bajo de su Ser, sigue creando nuevos problemas para sí mismo.
Hemos usado el concepto de "niveles", y conviene aclararlo. Para comprender mejor la imagen de los niveles en los cuales la persona vive, es útil imaginarse al hombre como si fuese una casa con distintos pisos.
Esta casa, consta de cuatro pisos.
En la planta baja vive su cuerpo físico, en el primer piso viven sus sentimientos, sus pasiones, y en el segundo piso viven sus pensamientos, su razón, su mente. En el tercer piso vive, aunque él no lo sepa, su ser espiritual.
Este hombre dormido habitará la mayor parte del tiempo en la planta baja, en el sector de su cuerpo físico. Desde este lugar se planteará las cosas a través de palabras que inician con "yo necesito…".
También vivirá parte del día en el primer piso, donde habitan sus sentimientos y sus pasiones. Cuando se encuentre en este nivel dirá "yo deseo, yo siento".
El resto de la jornada lo vivirá en el segundo piso, el nivel de su mente. Desde sus ventanas, las que él cree como las más altas de su edificio, observará atentamente el exterior. Podrá ver, desde estas alturas, a lo lejos el gran mundo. Cuando se encuentre en este nivel dirá "yo pienso, yo razono".
Desconocerá, hasta que despierte, la existencia del cuarto piso, el nivel de su espíritu.
Pero, ¿por qué no sube el piso que le falta y accede a su espiritualidad?.
Para muchos es muy difícil percibir este nivel, pues para hacerlo deberían aumentar sus vibraciones, su nivel de pureza, y como hombres dormidos, es un trabajo sin mayor provecho. Ellos saben o creen saber que están bien donde están.
No los escucharemos decir "YO SOY".

FINALIDAD SUPERIOR
¿Cuál es la finalidad superior del hombre dormido?.
Para la mayoría no existe una finalidad superior. Ellos se limitarán a repetir sin entender su significado "del polvo venimos y al polvo volvemos". Niegan la posibilidad de trascendencia del Ser. No comprenden que sólo una parte de su Ser, su cuerpo físico, proviene del polvo y al polvo volverá, y que otras partes de su Ser tienen otro destino, allá en lo alto del Cielo.
Otros, los que intuyen la existencia de algo superior, buscan comportarse en esta vida de acuerdo a determinadas pautas con la intención de acceder a la vida eterna en el Paraíso. Dejan, muchos de ellos, de vivir intensamente en este mundo, para poder tener un mejor lugar en el próximo.
Un tercer grupo, vive en una dualidad que no los inquieta. De este modo pueden asistir al oficio religioso, y pensar en términos de caridad y amor, para luego vivir el resto de la semana regidos por el egoísmo y los principios materialistas de la economía.

LA DIRECCIÓN EN LA VIDA
En este mundo limitado, vive nuestro hombre dormido. Esas son las características que lo definen, lo identifican. Son los obstáculos, las barreras, las paredes y los grilletes que lo tienen sujeto, que le impiden llegar a ser SI MISMO.
¿Hacia donde se dirige el hombre dormido en su vida?.
Esto está expresado muy claramente en el siguiente pasaje del libro "Alicia en el país de las Maravillas".
Alicia estaba perdida en el bosque, y entonces encuentra al Gato de Cheshire, apoyado en una rama arriba de un árbol.

Alicia le pregunta al gato:
"¿Me podrías indicar, por favor, hacia dónde tengo que ir desde aquí?".
"Eso depende de a dónde quieras llegar", contestó el Gato.
"A mí no me importa demasiado a dónde... ", empezó a explicar Alicia.
"En ese caso, da igual hacia a dónde vayas", interrumpió el Gato.
"...siempre que llegue a alguna parte", terminó Alicia a modo de explicación.
"¡Oh!. Siempre llegarás a alguna parte", dijo el Gato, "si caminas lo bastante".

Esta es la situación del hombre dormido. No siente el llamado de la aventura, no se prepara para el desafío del viaje que lo puede llevar al cambio de su Ser.
Este hombre dormido, que "no le importa demasiado, o no sabe a dónde ir", consumirá su vida "caminando lo bastante", y finalmente llegará a "alguna parte".
Pero, ¿es ese "alguna parte" su verdadero objetivo, aquel que le permita realizar su potencialidad?.
¿Se despertará ese hombre?, ¿podrá romper los grilletes?, ¿podrá transmutarse y llegar a ser lo que "podría ser"?. ¿O seguirá siendo un Hombre Plomo?.
A partir del próximo capítulo lo sabremos.


Autor Dr. Dino Ricardo Deon.