ALQUIMIA, del plomo al oro

EL PLOMO: EL HOMBRE DORMIDO
Este hombre es Plomo, aunque esté rodeado de oro terrenal.

Comencemos por el Plomo. Cuando los Alquimistas hablaban del plomo, estaban simbolizando al hombre, en su estado no evolucionado, al hombre dormido.
Pero, si existe un hombre dormido, ¿en qué consiste llegar a ser un hombre despierto?.

EL HOMBRE COMO POTENCIALIDAD
Antes de nacer el hombre es una potencialidad, con capacidad de imponerse a un ser. Nace entonces como una potencia con capacidad de ser. En el origen no existe un ser, ni un poder. El ser es algo que viene después: el ser humano es el resultado de la potencia que contiene.
Cuando ese hombre se transmuta partiendo del Plomo en Oro, ha realizado su potencialidad. Se ha convertido en aquello que "podía" ser.
Para lograrlo deberá reconocerse como Plomo, un metal inferior, vil, sin ningún valor. Si lo hace, ha dado el primer paso, a veces el más difícil, de la transmutación alquímica.
Esto implica quitarse todas las apariencias que lo hacen aparecer como "dorado" ante sí y ante los demás, y asumir que la vida la está viviendo a un nivel inferior. Implica que ahora sabe la existencia de un metal muy superior, en el cual le gustaría convertirse: "el oro".
Se dice entonces que ha despertado, se ha convertido en Discípulo Alquímico.
Mientras siga dormido, este hombre será uno de tantos que hace las cosas sin cuestionarse. Un hombre que trabaja en lo que trabaja, vive donde vive, está con la gente que está. Un hombre que sigue haciendo su vida normal sin grandes preguntas, ni dudas.

CARACTERISTICAS DEL HOMBRE DORMIDO
Su condición de "dormido" le impide ver sus limitaciones. Éstas se manifiestan tanto en los fines que percibe como deseables, como en los medios que utiliza para lograrlos, y finalmente en el conocimiento y dominio que llega a poseer del verdadero mundo. No sólo del mundo exterior, sino del más complejo: de su mundo interior.

Haremos a continuación algunos comentarios someros sobre ciertas áreas, pues su análisis profundo corresponderá a la etapa del despertar y de la transmutación.
Veremos ahora:
· Constitución físico-energética
· Mundo de Dualidad: muralla del paraíso
· Objetivos Terrenales
· Conocimiento del universo
· Conocimiento de su mundo interior
· Creación del Fuego
· Focalización
· Nivel de actuación
· Finalidad Superior

CONSTITUCIÓN FÍSICO-ENERGÉTICA
Respecto a su constitución físico-energética creerá ser únicamente aquello que está contenido dentro de su cuerpo. Creerá que su cuerpo termina en los límites externos de su piel. Si bien en ciertos momentos percibirá su campo energético y el de los otros, buscará explicaciones racionales para negarlo, o directamente ignorará esta percepción.
Puede conocer mucho de su cuerpo físico, pero hasta que despierte no sabrá quizás nada de sus otros cuerpos, y la relación y consecuencias que provocan sobre el cuerpo físico. Todos sabemos que un simple dolor de muelas cambia toda nuestra percepción del mundo y nuestra capacidad de pensar claramente. Conocemos, en consecuencia, nuestra enorme dependencia respecto a nuestro cuerpo físico. El hombre dormido desconoce que sus otros cuerpos también lo afectan en igual o mayor medida.

MUNDO DE DUALIDAD: LA MURALLA DEL PARAÍSO
Nicolás de Cusa, describió la "muralla del Paraíso" que esconde a Dios de los ojos humanos como constituida por la "coincidencia de los contrarios"; la puerta está vigilada por "el más alto espíritu de la razón que impide la entrada hasta que ha sido dominado".
Dice Heráclito, "…para el Dios, todo es bello, y bueno y justo, los hombres por el contrario tienen unas cosas por justas y otras por injustas…".
El hombre dormido vive en el mundo de la dualidad, de este modo percibe una sola parte del mundo real.
Las parejas de contrarios (ser y no ser, la vida y la muerte, la belleza y la fealdad, el bien y el mal, y todas las otras polaridades) son las rocas que chocan y destruyen al viajero, pero entre las cuales los héroes siempre pasan.
El hombre dormido chocará siempre contra la pared que lo separa del verdadero mundo, y no podrá en ese estado de su ser superarla.
Vivirá entre esas "cuatro paredes" de su limitado mundo físico. Ese que puede ser conocido a través de sus sentidos, el mundo "científico". Hará gran acopio de esa variedad de conocimientos, negará todo aquello que no pueda comprobar de acuerdo al "método científico".
Imaginemos que este hombre dormido, es transportado en el tiempo hacia el pasado, y se encuentra en el año 1400. ¿Seguiría creyendo que lo único verdadero es el conocimiento que se puede comprobar con el instrumental y ciencia de esa época?. ¿Aceptaría pacíficamente que es el Sol que se mueve alrededor de la tierra y que el planeta tierra es plano?. Seguramente No.
Separaría con claridad el "verdadero conocimiento", del "conocimiento comprobable" o sostenido por la mayoría.
En este nivel el hombre se cree un ser individual, un cuerpo, un todo completo y cerrado que se basta a sí mismo, sin entender que es parte de un todo integrado. Creerá que aquello que él no quiso en forma directa y se manifestó en su mundo, es fruto de la buena o de la mala suerte. No percibirá que está atrayendo las situaciones de vida que corresponden a su actuación en este mundo.
Vivirá atrapado en el mundo de las circunstancias.

En la próxima nota continuaremos con el "capítulo dos", mientras tanto, para aquellos amantes del cine, que quieran ver una moderna analogía del hombre dormido, les aconsejo ver la película Matrix (la primera), y analizar en qué consistía la vida del personaje Neo hasta que decidió tomar la píldora roja.

Continúa leyendo el siguiente capítulo aquí.

Autor: Dr. Dino Ricardo Deon.