EL SUMBADOR TELAR DEL TIEMPO
El Fausto primera parte
EL ESPÍRITU.- En el oleaje de la vida, en el torbellino de la acción, ondulo subiendo y bajando, me agito de un lado a otro. Nacimiento y muerte, un océano sin fin, una actividad cambiante, una vida febril: así trabajo yo en el zumbador telar del Tiempo tejiendo el viviente ropaje de la Divinidad.
Bajo el título propuesto, veremos los siguientes temas:
¿Qué es el tiempo?
¿En qué tiempo vivimos?
¿Interviene nuestra creencia del futuro en nuestros actos presentes?
¿Se puede conocer el futuro?
¿Para qué sirve conocerlo?
¿Por qué en la NASA entrenaron a los astronautas para descubrir futuros inimaginables para las personas normales?
¿Cómo hacerlo?
¿Qué es el tiempo?
San Agustín decía: "-¿Que es, pues, el tiempo?. Si nadie me lo pregunta, lo sé; si quiero explicárselo al que me lo pregunta, no lo sé...". "El presente es nada más que un momento y el tiempo sólo puede medirse mientras está transcurriendo. Sin embargo, hay realmente tiempo pasado y tiempo futuro".
Vemos entonces que existen tres tiempos. ¿Estamos siempre en el presente?.
¿En que tiempo vivimos?
Los niños viven en el presente, muchos ancianos en el pasado, y los ejecutivos en el futuro, tratando de anticiparse a los acontecimientos. Veamos las consecuencias de "estar viviendo" en forma desproporcionada en uno de estos tres tiempos.
Las personas que viven siempre en el presente pueden llegar a comportarse como niños. Seres incapaces de anticiparse a los eventos. Muy dependientes, para su supervivencia, del apoyo de los demás. Hay muchos adultos que por querer vivir sólo el presente parecen niños indefensos, pero eso es otro tema.
Las personas que viven siempre en el pasado, viven de recuerdos. Aun en el supuesto que fuesen totalmente gratos, los aleja de la vida. Por eso estas personas comienzan a envejecer, no debido a su edad física, sino por comenzar a vivir la mayor parte del tiempo en el pasado, negando el presente y no teniendo ningún plan o proyecto nuevo para el futuro. A tal fin comienzan a rodearse de objetos que les permiten recordar esa "vida que ya fue" alejándose de la vida "que es" y de la "que puede ser" en el futuro.
Dicen que con una sola pregunta se puede saber si una persona es anciana, y la pregunta es: ¿Qué proyectos tienes?.
Las personas que viven en el futuro dejan pasar el presente, se les escapa como el agua entre las manos. El estar pensando en el futuro puede ser bueno para el maestro de ajedrez durante una partida, en la cual tiene que lograr anticiparse a todas las posibles movidas de piezas que pueda realizar el adversario. Pero en la vida real, el querer anticipar todo lo que va a suceder en el futuro y tener una respuesta preparada para cada evento, es estresante y no carente de soberbia. Pues dicen que sólo Dios sabe qué hay en las entrañas del futuro. Podemos anticiparnos pero no podemos controlar totalmente el futuro.
¿Interviene nuestra creencia del futuro en nuestros actos presentes?
Ya anticipo su primera objeción: Usted me dirá: dejemos el futuro donde está y ocupémonos del presente. No juguemos a adivinar el futuro. No formemos creencias sobre el futuro que luego se conviertan en profecías autocumplidas. Como aquella persona que el adivino le dijo que se rompería una pierna, y asustado por este presagio salió distraído del consultorio, pisó una cáscara de banana y por supuesto se rompió la pierna. Pero en la práctica diaria ¿vivimos condicionados por nuestras creencias del futuro?.
Usted quizás no esté de acuerdo, yo le pregunto entonces por su religión: ¿Usted es cristiano?. Si contesta afirmativamente Usted vive condicionado por el futuro. Pues, el paraíso eterno de los que somos cristianos ¿qué es?. ¿No es una anticipación del futuro, sobre el cual gozosamente ajustamos nuestros actos?. Usted sabe que de acuerdo a su comportamiento actual, en un futuro lejano (luego de fallecido) irá al cielo o al infierno. O sea Usted condiciona su comportamiento actual en función al futuro. Es más, de acuerdo a la conducta de otras personas, usted puede asegurar que algunos irán directamente al cielo y otros al infierno. Lo mismo es válido para otras religiones. ¿O no vemos sorprendidos cómo personas islámicas sacrifican su vida, a cambio de un "futuro mejor", en otra vida?. Por otra parte, si esta no fuese su única vida, ¿actuaría del modo que actúa?.
Sin ir tan lejos, si Usted está disfrutando su cena del sábado, con su familia, en paz, y de pronto por televisión un Sr. Ministro le dice que Usted no podrá hacer determinada actividad económica. ¿Usted deja de disfrutar hoy y se preocupa por el mañana?.
Hemos visto, que el saber que el cielo nos espera, nos ayuda a vivir hoy, también que enterarnos un sábado de las noticias económicas a regir el día lunes no es lo mejor. Pero si es cierto entonces que el futuro condiciona nuestros actos presentes. ¿No sería importante saber algo de lo que puede acontecer dentro de algún tiempo?. ¿Conocerlo, al menos en parte?. En realidad ¿podemos anticiparnos al futuro?, ¿podemos averiguar algo de este futuro que nos sea útil para nuestros actos presentes?. ¿Sería igual nuestro presente si conociésemos el futuro?. ¿Modificaría esto nuestras conductas actuales?.
¿Se puede conocer el futuro?
Autor: Dr. Dino Ricardo Deon, Ph.D.
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