¿MITADES COSMICAS?
VII Parte

Habíamos dejado al Sol caminando, con los ojos cerrados, por arriba de la borda de los laterales del navío. Se lo notaba entre perplejo y nervioso. También estaban perplejos y nerviosos, o más precisamente dicho "ansiosos", los tiburones que seguían al barco.Es que el Sol al caminar de ese modo por la borda, ilusionaba a los tiburones con la idea de que se podía caer al mar, y ser recibido con honores por estas criaturas marinas, que nunca duermen, y siempre tienen buen apetito.El Sol, mientras caminaba, trató de analizar las preguntas planteadas, comenzando por: "¿Cuál es mi vibración?".
Luego de cuatro vueltas más al barco por la borda, y dado que no era capaz de dar con la respuesta, decidió abrir los ojos y bajarse a cubierta, con los comentarios de desagrado de los tiburones, que veían irse irremediablemente a su almuerzo.El Sol bajó a su sala y se dirigió a su biblioteca a buscar información, ya que no entendía esto de "vibración".Para aquellos lectores que consideran que no solo en la Revista Crecimiento Interior el Sol buscaba respuestas, les diremos:
- Tienen toda la razón del mundo, ¿a quien se le puede ocurrir limitarse a un solo conocimiento, en un universo lleno de sorpresas y saberes?.
Y así el Sol encontró un libro lleno del polvo. De ese polvo característico de los buenos libros. De aquellos que casi nadie lee, pues contienen la verdad dicha de un modo muy simple.Así se enteró que el nivel de vibración de una persona, equivale a su grado de evolución. Leyó comparaciones, se enteró de que la tierra vibra a niveles muy bajos, que las plantas vibran a un nivel más alto, y que más alto aún es el de los animales, y que los ángeles tienen una vibración tan alta que a veces "parecen" hechos de luz, y que los humanos vibran entre estos dos límites.Los menos evolucionados vibran a un nivel apenas superior al de la frecuencia de los animales y que unos pocos vibran casi como ángeles. Había encontrado una guía. Nuestro Sol ahora sabía que entre ambas frecuencias estaba él , pero no sabía donde.También se enteró que cuando uno tiene "malos pensamientos, malos sentimientos y hace malas obras", su frecuencia baja acercándose más al nivel animal, y que cuando tiene "buenos pensamientos, buenos sentimientos y hace buenas obras" su frecuencia sube acercándose al nivel espiritual. Pensó entonces en sus actitudes diarias y se dijo:
- Parezco un "subibaja" se vio como un niño subiendo y bajando permanentemente, y se sonrió.
Luego pensó:
- ¿Cómo puedo saber cual es mi vibración si permanentemente cambia mi vibración por mis pensamientos, emociones y acciones?.
Siguió leyendo:
"Cada persona trae consigo un código personal que indica cual es su tope máximo de vibración y cual es su tope mínimo. Por esto una persona evolucionada, no podrá en esta encarnación, llegar a niveles más bajos que el de su tope inferior, pero por su libre albedrío podrá decidir vivir toda su vida cerca de ese tope creyendo que es el nivel adecuado ." Se le apareció la imagen del Patito Feo, y la relacionó con esto.Quedó perplejo.
- ¿Podrá ser que el autor de este cuento supiese de estos conocimientos "esotéricos"?, y entonces podría ser posible que ¿ nos hubiese contado a través de una metáfora, el hecho de que podemos vivir como un Patito Feo, vibrando cerca de nuestro tope inferior, sin darnos cuenta de la existencia de nuestro tope superior, en el cual podríamos desplegar nuestras alas de Cisne?.
Ahora estaba más confundido que antes,¿había descubierto a un escritor esotérico hablándole a niños de todas las épocas y lugares. Niños que intuían la verdad cósmica oculta bajo el disfraz del cuento?.¿Cuento y conocimiento, que luego a través del proceso de culturalización uno al llegar a adulto dejaba atrás como hace con sus juguetes?. Y si esto era cierto, él el Sol:¿Era él un Cisne?, o ¿ un Patito Feo esperando convertirse en Cisne? O simplemente un Pato.¿Era su Luna, un Cisne, un Pato, o que cosa era?.Luego de estos saberes, donde ahora le aparecían mezclados personas, planetas, y animales, nuestro Sol volvió a subirse a la borda del barco, volvió a cerrar los ojos, y comenzó a caminar más rápido.Los únicos que estaban contentos eran los Tiburones.¿Quién no mira con beneplácito un buen manjar cuando tiene apetito?.

Fin del Capítulo 7...Continúa leyendo el siguiente capítulo aquí.

Autor: Dr. Dino Ricardo Deon.