LOS MIEDOS Y LA TERAPIA FLORAL
Es una sensación que ocurre cuando un sujeto siente que, desde el exterior, puede ocurrir algo lesionante para su persona. La vivencia es de "peligro inminente o amenazante". Al objeto del miedo se lo entiende como posible pero certero, incierto pero temible, porque generalmente no está presente.
La respuesta inmediata a esta experiencia es la evitación de la causa, o sea: alejarnos lo más rápidamente de ella para protegernos. Y también, junto con la conducta evitativa, sobrevienen la fuga, la huída, la separación activa del peligroso contacto que a veces se traduce en mecanismos inconcientes de negación, racionalización y de transformación en lo contrario (risas, explicaciones superlativamente lógicas, esperar al objeto para enfrentarlo o, intespestivamente, abandonarlo en el caso de que fuera otra persona).
Siempre, ante el miedo, surge la angustia. Es ésta una sensación que generalmente se acompaña de síntomas corporales tales como diarrea, escalofríos, temblores, sequedad de garganta, opresión en el pecho, transpiración, ahogos, que colocan al sujeto ante situaciones de desamparo, desprotección, aislamiento y llanto inexplicado.
La defensa contra la angustia es la ira, la cual está asociada con un deseo de eliminación y aniquilación del objeto angustiante. Y como defensa ante la misma ira, surgen nuevamente la fuga, la huída o el abandono inesperado y sorpresivo de la escena.
Edward Bach, vivió en una época signada por el miedo, ya que sus investigaciones fueron motivadas por el dolor ocasionado por la guerra. Su labor científica transcurre entre la Primera Guerra Mundial y el advenimiento del nazismo. ¿Cómo entonces no motivarse hacia la búsqueda de un paliativo para esa terrible emoción básica que persigue al hombre desde la cuna?.
Descubrió cinco flores que cubren una amplia gama de miedos: Mimulus para el miedo a las cosas conocidas, Aspen para los miedos ante cosas que el sujeto no puede controlar con la razón y de origen desconocido, Red Chestnut para aquellos que sienten miedo por lo que le pueda pasar a sus seres queridos, Cherry Plum para el miedo al estallido, al desborde, a la locura, y Rock Rose para situaciones de pánico y de terror paralizante.
Las investigaciones más actuales han seguido, perfeccionado y completado -en una tarea aun no concluida- el trabajo del Dr. Bach.
Dentro de lo que se conoce como sistema floral de California (FES), Richard Katz y Patricia Kaminski en Estados Unidos, contribuyeron al tema de los miedos con una amplia gama de esencias tales como: Saint John's Wort, Poison Oak, Angel's Trumpet, Trumpet Vine, Pomegranate, Pink Monkey Flower, Oregon Grape, Pink Yarrow, Garlic, Violet, Sweet Pea, Red Clover, Mountain Pride, Mountain Pride, Scarlet Monkey Flower, Sticky Monkey Flower, Star Thistle y Chamomile. Cada una de estas esencias trata miedos específicos tales como: miedo a la invasión, a los sueños, a expresarse en público, al ataque de los demás, a mostrar los sentimientos, etc.
Ian White, investigador australiano aportó, con su sistema conocido como "Bush flower essences": Peach Flowered Tea Tree (miedo a la vejez), Bush Iris (a la muerte), Pink Mulla Mulla (a sentirse atacado), Grey spider Flower (al ataque psíquico), Mulla Mulla (al fuego), Bluebell (a no ser correspondido), Illawara Flame Tree (a la responsabilidad), Wisteria (a la intimidad).
Rosana Piñera, creadora del sistema Sirio en Argentina cuenta en su set con esencias que cubren también un amplio espectro: entre otras, Gerardia, Camelia, Bolsa del Pastor, Cina Cina, Coriandro, Membrillo, Higo, Arroz.
Pedro López Clemente, español, con varios sistemas florales, nos remite a Ajo, Lavanda y Nomeolvides en su set de "Esencias florales del Mediterráneo" y a Croto en "Flores del Alba".
Autor: Alberto Peyrano.
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