¿PSICOPROFILAXIS QUIRUGICA?
III parte

- Lic. Ferraro, habíamos convenido que en esta oportunidad nos iba a explicar en qué consiste la etapa "post - quirúrgica".
- Así es, los objetivos de esta etapa son fundamentalmente:
a. Disminuir los dolores y molestias inmediatos posteriores a la intervención.
b. Evitar que la experiencia dolorosa derive en una fobia para enfrentar futuros tratamientos.
c. Promover la rehabilitación: que la persona adopte la mejor actitud para colaborar activamente en su recuperación.

- ¿Por qué no nos explica algo acerca de la metodología operativa que emplea?.
- En adultos, trabajo con: desensibilización y reprogramación neurológica cognitiva de las percepciones; entrenamiento en autorelajación; hipnosis y visualizaciones analgésicas.
En niños muy pequeños, con los padres, entrenándolos en masaje hipnótico para que ellos actúen como terapeutas del hijo pequeño.
Con niños de mayor edad, con sus padres y con ellos mismos.

- ¿En qué tipo de intervenciones quirúrgicas es más frecuentemente usada esta técnica?.
- En niños, en aquellas afecciones que pueden requerir operaciones y/o intervenciones medianamente prolongadas y procesos dolorosos.
En adultos, lo más frecuente ocurre en intervenciones traumatólogicas (reemplazo de cadera, amputaciones, etc.); oftalmológicas (cataratas, etc.); urológicas y ginecológicas, cardiológicas y oncológicas.

- ¿Por qué son éstas la mas frecuentes?.
Porque implican o significan para el individuo y la sociedad, una situación física emocionalmente penosa.
Por ejemplo, un joven de 23 años que sufrió una fractura expuesta durante un partido de football expresaba: "¡ésto, a ésta edad, es el fin!; ya no tengo más futuro en la vida", (y no era un jugador profesional).
Ante una intervención ginecológica o urológica, muchas personas piensan y sienten que, después de someterse a la intervención, sus posibilidades de vivir felices terminaron para siempre. Hay quienes, frente una operación cardiológica expresan: "¡me charquearon!, me hicieron circulación extracorpórea, me extrajeron, cortaron y suturaron mi corazón mientras estuve conectado a una máquina, ¿a donde se fue mi alma?".
Frente al cáncer generalmente se tiene la convicción: "la muerte está dentro de mí; me va a continuar carcomiendo, los tratamientos (quimioterapia, radiaciones) son otro cáncer".
También hay quienes que, como una reacción a la angustia y al stress postraumático sufrido, adoptan una actitud reinvicatoria de desafío a la muerte, que lo lleva a adoptar comportamientos de descuido y riesgo haciendo todo aquello que puede poner en riesgo el éxito de lo logrado con la operación. Es una suerte de transgresión como revancha ante el temor.
Todo esto ocurre en parte por el significado que cada persona le asigna a lo que padece. Los hechos que afectan la salud son percibidos con un significado particular por el individuo, por su familia y por el contexto socio cultural circundante. Esto prefigura fantasías que determinan actitudes y comportamientos que afectan y agravan los dolores y las dificultades que se padecen.

- ¿Que duración tienen estos tratamientos?
Existen intervenciones quirúrgicas imprevistas, no programadas, como ser accidentes o cuadros agudos que dificultan o impiden el tratamiento psicoprofiláctico prequirúrgico. En las intervenciones programadas se trabaja con un mínimo de 3 y un máximo de 10 o 12 sesiones previas a la intervención y entre 3 y 5 sesiones, mas espaciadas para el tratamiento de la etapa postquirúrgica; efectuándose la primera poco después de la salida de quirófano, en coordinación con el cirujano.

- ¿Existe alguna excepción respecto de estos plazos?.
Las excepciones más comunes son frente a pacientes quemados y oncológicos.

Autor: Dr. Atilio Ferraro.