INSTITUTO DEON

Mucho se habla de un "volver a lo natural". Mucho se hace para ello: Alimentos orgánicos, conciencia ecológica, etc.
Mucho se hace hacia lo artificial, lo fabricado: alimentos transgénicos, clones humanos. Cada día nuevos descubrimientos hablan de triunfos parciales del saber humano sobre la naturaleza.
Estas victorias también hablan de este permanente desafío del hombre buscando imponérsele cada vez más.
¿Habrá llegado el momento de afirmar que el hombre ha triunfado. Afirmar que finalmente ha derrotado a la naturaleza, haciéndola su esclava?.
Entonces me detengo un momento, y recuerdo la exposición de un profesor de Nuevo México, Estados Unidos de Norteamérica. Comentaba que ahora en esa ciudad es lamentable ver gente nativa por la calle con miembros amputados. Personas de quizás 35 años que quedan inválidas, ¿cuál es la razón?.
La ciencia médica informa: Diabetes, por falta de una sustancia en el organismo.
Pero, ¿por qué hace 50 años esos mismos nativos no tenían diabetes?, ¿qué había cambiado?, ¿la alimentación había cambiado?.
Al principio los analistas dijeron que no, pues la gente seguía comiendo, como plato básico, la misma tortilla que hacían sus abuelos. Luego se dieron cuenta del error. Parecía la misma tortilla, pero estaba realizada con harina blanca y antes se realizaba con una harina que se extraía del corazón de un cactus que crecía en la región, y que contenía la sustancia que ahora faltaba en la alimentación para evitar la Diabetes.
También descubrieron que ciertos melones que antes crecían naturalmente en la región, también tenían esa sustancia. Melones casi desaparecidos, pues la gente dejó de hacer jugos tradicionales con ellos, reemplazándolos por bebidas cola, con contenido cancerígeno.
¿No habrá llegado el momento de dejar de desafiar a la naturaleza, y tomar conciencia de qu.e en realidad es nuestra "madre naturaleza", y que en consecuencia ella provee lo mejor para sus hijos"?.
Una madre que provee cierta sustancia en cierta zona para que sus hijos no tengan Diabetes.
Una madre que en invierno apaga las luces del cielo más temprano para que sus hijos duerman más horas, y que en verano deja las luces del cielo encendidas más tiempo para que sus hijos disfruten del clima.
Un volver a lo natural, no implica volver a ser niños, y rechazar lo aprendido en sociedad.
Implica que ahora como adultos, elijamos cuando aprovechar la noche, gracias a la invención de la luz artificial, y cuando ir a dormir temprano pues nuestra naturaleza nos lo pide.
Implica que, como adultos, continuemos avanzando en conocimientos, mientras recuperamos la conexión con la naturaleza, para aprender de su sabiduría.
Cuidemos de mamá naturaleza, y ella cuidará de nosotros.

Autor: Dr. Dino Ricardo Deon.