EL LOCO DEL TAROT

Todo está en silencio. Una bruma espesa, pesada, oscura, domina el panorama.
De pronto y como de muy lejos se comienza a escuchar el campanilleo de unos cascabeles y lentamente ante nuestros ojos se va materializando una figura muy singular.
¿Quién es éste ser, vestido de mil colores que ha surgido como de la nada?. Lleva un hatillo al hombro, una vera a modo de bastón, sonoros cascabeles cuelgan de su insólito ropaje. Un perrito brinca a su lado.
Es El Loco. Por la expresión de su rostro no podríamos saber si está triste o alegre, si es sabio o tonto, si es joven o anciano. Sus pies apenas rozan la tierra y más que caminar parece que bailara sin mirar a donde se dirige, sin advertir el peligroso abismo que se abre poco más adelante. Sólo su fiel compañero, con sus instintos siempre alerta, intenta prevenirle del mismo. En realidad es como si hombre y animal fueran un solo ser, unidos en la eterna aventura que el destino les depara.
A través del tiempo, la historia, la literatura, el arte, nos han brindado múltiples versiones de El Loco, desde el simple "loco del pueblo", pasando por el bufón de la corte, hasta llegar al más familiar payaso de circo, pero todos ellos tienen un núcleo central que los hermana, es la pureza, la inocencia, la sencillez de la verdad, que tantas veces escapa a nuestra mente racional y consciente.
De pronto, este Loco del Tarot, extiende una mano desde su recuadro en la carta y nos invita a acompañarlo.
¿Dónde nos llevará? Para saberlo tendremos que seguirlo y confiar en su profunda intuición.
La aventura que nos propone no es otra que la de adentrarnos en nuestro propio inconsciente, para traer a la luz aquellas zonas oscuras, profundas, esas que no nos animamos a transitar, pero que sabemos que están allí, esperando ser descubiertas y liberadas. Alguien alguna vez llamó al Tarot “El juego de imaginar” y El Loco es el encargado de abrir la puerta para ir a “jugar”. Es él quien, con su eterna inocencia, nos llevará de Arcano en Arcano, y quizás para nuestra sorpresa nos desconcertará no siguiendo lo que para nuestro racional entendimiento sería el orden lógico, sino que su intuición nos guiará por una ruta muy particular, aquella que al enfrentarnos con nuevas experiencias nos mostrará aspectos de nosotros mismos hasta ahora desconocidos, poco transitados o no lo suficientemente profundizados.
El Loco nos trae un mensaje. Dejemos que este fluya por nuestro interior. Nos brinde coraje y optimismo, nos enseñe a aventurarnos en la vida, a confiar en nuestra percepción interior, en aquello que no sabemos cómo, pero sin embargo ya sabemos, y a lo que tantas veces, por no decir la mayoría de las veces, desdeñamos por parecernos sin sentido, lógica o sin razón.
Cuando en nuestro interior resuene el alegre tintineo de sus cascabeles, dejémonos ir con nuestro Loco, que llegado el tiempo, lugar y circunstancia, nos llevará a encontrarnos con nuestro verdadero SER.

Autora: Mónika Claudia Zajdman.