Las Flores de Bach
Red Chestnut
Esta hermosa flor rojo rosado que cubre las ramas del castaño, es una de las cinco esencias del grupo para quienes tienen Miedos. Fue una de las últimas flores que descubrió el Dr. Bach, durante la primavera de 1935 en Sotwell, donde trabajó incansablemente al final de su vida.
Red Chestnut es la flor para aquellas personas que viven preocupándose por lo que pueda sucederle a quienes aman. El pensamiento de este tipo de individuos es muy exagerado y crea confusión en su mente pues se dispersa con facilidad imaginando las peores fatalidades que pueden ocurrirle a sus seres queridos, sin comprender que esto mismo les impide lograr su objetivo, que es precisamente, cuidar de otros, pues sin quererlo, atraen ese tipo de energías sobre sus allegados.
La característica de estas personalidades, es que ponen toda su energía mental en los demás, cargándola en exceso de miedos y produciendo una repetición de ideas negativas. Por esta razón, su rostro esta casi siempre marcado por la angustia o las preocupaciones que traen sus miedos. Su mirada suele estar dispersa y su ojos no tienen paz, como tampoco la tiene su corazón, que puede agitarse con facilidad. La tensión que produce este tipo de pensamientos trae aparejado en ocasiones, fuertes dolores de cabeza y al mismo tiempo, (siendo que el plexo solar regula la entrada de estímulos exteriores que afectan las emociones), es habitualmente el punto débil de estas personas.
Un ejemplo de el estado negativo de Red Chestnut son los padres que, cuando los hijos salen de noche, no pueden dormir mientras no escuchan la puerta que se cierra indicando que están de regreso, imaginando las peores fatalidades que pueden ocurrirles.
En una ocasión atendí a una mamá que había enviado a su hijo de 9 años a comprar algo al almacén del barrio, ubicada a dos cuadras de su casa. En el camino de regreso a casa, el chico se detuvo unos minutos a mirar a un grupo de vecinos que jugaban a la pelota en la calle. Fue suficiente para que la madre, que lo esperaba, comenzara a hilar una serie de pensamientos trágicos que la angustiaban: tal vez lo hubiesen secuestrado, o podía haber tenido un accidente. Pensó en qué hacer y ya estaba dispuesta a salir a buscarlo con desesperación, cuando lo vio llegar tranquilamente con su encargo en la mano. En el corazón de esa madre, se había instalado la confusión y el pánico de perder a su hijo. Y según sus propias palabras, volvió a respirar al verlo. Obviamente la respuesta mental fue exagerada, pero así se comporta el tipo Red Chestnut: confunde el amor con sobreprotección y se ata a quienes lo rodean.
Generalmente se crea un lazo simbiótico difícil de cortar, que lleva a la persona a olvidarse de sí misma, a descuidarse, pues dispersa su energía afligiéndose excesivamente por los demás. Pero además a este tipo de personas les cuesta manifestar lo que sienten, y alimentan sus miedos dentro de su corazón, rompiendo su armonía interna e impidiendo que el amor verdadero crezca en su interior. En realidad, no hacen más que proyectar sus propios miedos en los demás, y por eso los sobredimensionan tanto.
El estado transformado de esta flor permite aprender a aceptar y comprender a los demás, sin poner tanta ansiedad y dejando que las cosas fluyan más naturalmente, para que cada uno pueda hacer su propio crecimiento, en libertad, sin ataduras.
Red Chestnut trae paz al corazón angustiado, mostrándole que cada uno de los habitantes de la tierra está protegido por una Luz divina y que las personas no se vuelven vulnerables por el simple hecho de que no se piense tanto en protegerlas.
Pero por sobre todas las cosas, esta flor nos enseña a cuidarnos a nosotros mismos, a tenernos en cuenta, a descubrir el sentido de brindar un amor incondicional. A cortar los lazos simbióticos que nos unen a otros de modo enfermizo, haciéndonos comprender que el otro no nos pertenece ni es parte de nuestro cuerpo, sino que es un ser único, individual, destinado a seguir su propio camino de aprendizaje. Esta flor abre el camino guiándonos hacia la compasión, irradiando calor pero sin envolver al otro. Y por eso es muy indicada también para quienes trabajan con otras personas desde la docencia, la salud y también las terapias alternativas.
La conexión con el Yo interior que desarrolla esta floral, da consciencia de la Protección, trayendo la paz de una mente despreocupada, así como la compasión y la simpatía que acompañan a la comprensión de quien sabe qué representa la otra persona en su vida. De este modo se establece una relación de amor auténtico, desinteresado, que beneficia a ambas partes. La persona Red Chestnut en estado positivo aprende a cuidar de sí y proteger a los demás en forma natural, sin angustias ni temores, y a vivir sus relaciones con armonía.
Autores: Staff de la Revista Crecimiento Interior.
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