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Los ritmos circadianos (del latín circa diem), son períodos que duran casi un día. Casi todos los ritmos internos des cuerpo, funcionan sobre la base de un por así llamarlo "reloj" de alrededor de 24 hs. En especial caben mencionar todas las funciones que regulan la secreción hormonal, entre las cuales se cita como principal la pineal, ubicada en la cabeza. Pero tal vez los ritmos biológicos más evidentes son los ciclos de ovulación y menstruación en la mujer.
Hasta hace unos treinta años, cualquier profesional del área de la medicina que sugiriera siquiera la existencia de un "reloj biológico", ponía en peligro su carrera.
No obstante, el Emperador Amarillo, en su "Manual de medicina corporal" del siglo II a.C., escribió:
"Quienes padecen una enfermedad del hígado están animados e ingeniosos en las primeras horas de la mañana. Se sienten alegres por la tarde y a media noche se quedan tranquilos y reposados... Los que tienen una enfermedad en el corazón están animados e ingeniosos a mediodía, a medianoche se sienten alegres y de madrugada se quedan tranquilos y reposados. .. Quienes sufren una afección en el bazo están animados e ingeniosos a la hora del crepúsculo, se sienten alegres al amanecer y cuando cae la noche se quedan tranquilos y reposados. .. Los que padecen una enfermedad en los pulmones están animados e ingeniosos por la tarde, se sienten alegres a mediodía y de noche se quedan tranquilos y reposados. .. Quienes sufren una afección en los riñones son activos e ingeniosos a medianoche y se muestran alegres todos los días de los últimos meses de primavera, verano, otoño e invierno, y se quedan tranquilos y reposados a la hora del crepúsculo".
Alrededor del año 1500 a.C., surge en China la Acupuntura, que increíblemente, se practica ya teniendo en cuenta estos ritmos.
Hoy en día se ha comprobado científicamente que a distintas horas del día y de la noche, se producen variaciones drásticas de los síntomas de distintas enfermedades. Ejemplos de ello son: los ataques de asma, que empeoran por la noche cuando la secreción de las hormonas de la corteza de las glándulas de adrenalina alcanza su mínimo; la fiebre, que aumenta durante la noche; los temblores del mal de Parkinson que pueden desaparecer totalmente entre las 9 de la noche y medianoche. Y todo se debe a los ritmos circadianos del cuerpo.
Resulta interesante saber que este tema, que todavía no es comprendido realmente por la ciencia médica ni se puede explicar por completo, había sido descripto por los médicos chinos en sus escritos hace casi 4.000 años.

Autores: Staff de la Revista Crecimiento Interior.