Las Flores de Bach
WHITE CHESTNUT

La mente humana, esa compleja parte de nuestro ser, puede convertirse en nuestra mejor amiga si aprendemos a usarla en forma positiva.
No obstante, los pensamientos pueden ser un factor esencial de estrés si permanentemente se desvían hacia nuestras preocupaciones. Cuando se usa la fuerza mental en dilucidar qué hacer con determinadas cosas que uno no logra resolver, la reserva de energías se va agotando a una velocidad vertiginosa pues uno no es consciente que lo que está haciendo en realidad, es energizar aquello que no desea, al mismo tiempo que pone resistencia al fluir natural de las cosas. Independientemente de cuál sea la razón que origina el remolino mental, el desear encontrar una solución racional al problema suele ser la mayor dificultad que uno puede enfrentar. Para estos casos, el Dr. Bach descubrió las propiedades de White Chestnut, que simboliza la pureza mental.
Esta flor de color blanco ayuda a quienes, estando muy preocupados, hacen rondar sus pensamientos sin quererlo en torno a un tema en forma persistente, sin poder encontrar respiro. Piensan en lo que deberían haber dicho o en lo que podrían hacer ante determinadas circunstancias y mientras lo hacen, suelen apretar los dientes o mover las mandíbulas como si rumiaran. En muchas ocasiones, esto lleva incluso al desgaste de los dientes por bruxismo o fricción. El tipo White Chestnut negativo, suele mostrar signos de tensión, sobre todo en el entrecejo y alrededor de los ojos, por la tortura mental que sufre debido a sus fijaciones.
En ocasiones, la persona logra ocupar su mente por unos instantes en algo diferente, pero apenas se distrae, el pensamiento indeseado vuelve a aparecer, instalándose dentro de la cabeza como un disco rayado: da vueltas una y otra vez sobre lo mismo sin encontrar solución alguna. Como resultado, poder concentrarse en lo que es importante en ese momento se torna imposible. En este estado, una persona es incapaz de dormir correctamente, ya que suele despertarse a la madrugada, vuelve a engancharse con sus preocupaciones, y no logra conciliar nuevamente el sueño. Tampoco puede disfrutar lo que le está sucediendo en el presente porque su cabeza sigue rondando día y noche en el mismo tema. Y si finalmente logra dormirse, sueña con sus problemas y al día siguiente se levanta más cansado de lo que se acostó.
La flor del castaño blanco (White Chestnut) ayuda a calmar ese torbellino mental, devolviendo la paz. Desarrolla un estado de armonía que permite a la persona conectarse con su sabiduría interior, dando lugar a una solución más espontánea de los problemas. Da claridad para ver los temas desde otra óptica, tomando distancia. Alivia en consecuencia la tensión del rostro y permite a quien la toma, vivir más relajado y consciente de lo que hace en cada momento. Con White Chestnut el individuo logra utilizar el fuerte potencial de su mente en forma constructiva, ya que una vez en calma, la creatividad aumenta y las respuestas surgen espontáneamente. De este modo las preocupaciones son reemplazadas por acción y la mente está libre para entre otras cosas, poder descansar o mantenerse serena ante nuevos problemas que puedan aparecer.
Esta es una flor muy recomendada también para los estudiantes, que ante una situación de examen, cuando la mente esta abarrotada de conocimientos, parece que es casi imposible concentrarse en la lectura o absorber más. Da claridad y decanta el exceso de ideas para permitir a la persona seguir adelante aumentando su capacidad de concentración. White Chestnut es además una flor muy adecuada para las personas que viviendo en una gran ciudad, se manejan esencialmente con su parte racional y están permanentemente acosadas por numerosas situaciones que exigen una pronta resolución, donde todo apremia y donde la ansiedad y el estrés está a la orden del día. Las soluciones rápidas llegan sólo en una mente atenta o concentrada y White Chestnut da la posibilidad de lograr ambas cosas.
Las personas de tipo White Chestnut necesitan aprender a canalizar esta energía psíquica que los bloquea a través del movimiento, porque el hecho de centrarse siempre en los pensamientos puede traer mucha rigidez, en especial en la zona de la cabeza (jaquecas), las mandíbulas (bruxismo) y los hombros (nudos y tensión), que son las que más captan la tensión mental. El trabajar con el movimiento del cuerpo descentraliza dicha energía en dos formas: redistribuye aquella que nos es útil y libera el exceso. Obviamente si se realizan movimientos repetitivos o que requieran demasiado esfuerzo, esto sólo aumentaría la tensión. Lo ideal son los movimientos suaves (natación, Yoga, Tai-Chi-Chuan, etc).
White Chestnut fue una de las últimas esencias descubiertas por Edward Bach probablemente la 32º de las 38 que componen su sistema. Representa una fuente de conocimientos verdaderos ligados a la esencia del alma de cada persona. Trae Luz al entendimiento, conectándonos con la parte Divina de nuestro ser.
En suma, esta flor nos lleva a comprender aquella frase que dice: "somos lo que pensamos" y a lograr percibir la divinidad en nuestro interior, conectándonos con la Luz del Entendimiento, superando por tanto las limitaciones de nuestro racional.

Así pues, vemos que nuestra victoria sobre la enfermedad dependerá principalmente de lo siguiente: primero, hay que tener conciencia de la Divinidad que hay dentro de nosotros y de nuestro consiguiente poder de superar las adversidades; segundo, hay que saber que la causa básica de la enfermedad obedece a la falta de armonía entre la personalidad y el alma; tercero, hay que tener la voluntad y la capacidad de descubrir el defecto que causa semejante conflicto; y en cuarto lugar, hay que suprimir ese defecto desarrollando la virtud contraria.
Edward Bach

Autores: Staff de la Revista Crecimiento Interior.

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