Segunda parte:
LOS DISTINTOS ARQUETIPOS BÁSICOS

En el número anterior de la revista decíamos que no todos nacemos iguales, que tenemos diferencias, que vemos y enfocamos las situaciones de modo distinto, que tenemos distinto carácter de acuerdo a nuestra personalidad. También habíamos dicho que por ser doce los signos del zodiaco, también eran doce los modos básicos de comportamiento con respecto al dinero, y que esos comportamientos se reflejaban en arquetipos. En este número vamos a analizar las características de los primeros seis arquétipos básicos.

ARQUETIPO ARIANO
Imaginen una persona con un fuerte deseo de tener dinero y posesiones; esto la va a llevar a fin de obtenerlo, a tener un comportamiento arriesgado, si se quiere agresivo. Además está segura de que va a lograr el dinero que necesita.
Su premisa es "quiero lo que quiero, y lo quiero ya".
Como un mayor acicate a su necesidad de generar dinero, tiene la característica de nunca estar satisfecho con sus logros, siempre quiere más.
Va a asociar esta capacidad de generar dinero con su medida de cuanto vale como persona. O sea su dinero y posesiones serán la cabal demostración de su paso por el mundo, de su poder.
Además de este fuerte deseo de generar dinero es una persona que disfruta mucho de todo lo que el mundo material le puede brindar a través de sus sentidos. Esto la lleva a tener un comportamiento similar en sus egresos, por esto gasta imprudentemente, no administrando adecuadamente sus ingresos. Esto lo llevará a tener problemas financieros.
En algunos casos la persona no usará directamente su energía para conseguir dinero, en esta situación lo hará a través de otro, al que permanentemente le estará pidiendo que le compre cosas, como si fuese un niño con su papá en una gran juguetería.

ARQUETIPO TAURINO:
Imaginen una persona que sabe realmente todo lo que se puede disfrutar de la vida si uno tiene el dinero suficiente, que sabe todo lo que se puede comprar y poseer. Una persona que realmente disfruta de los bienes de su patrimonio. Una persona que disfrutará no solo del acto de comprar algo, sino que además luego lo usará intensamente. Esto lo lleva luego a ser muy posesivo con sus bienes, a no desear compartirlos, a sufrir intensamente si perdiese sus bienes. Estas posesiones además de proporcionarle placer, le hacen sentirse segura de si misma; es reflejo de su poder.
Esta capacidad de disfrutar el acto de comprar algo lo lleva a ser un muy buen comerciante, a tener habilidad para conocer el precio de las cosas, y seguramente a través de este medio se hará del dinero que necesita.
Además ese enorme disfrute en el comprar como en el poseer, lo lleva a trabajar muy duro para conseguir sus objetivos de dinero.

ARQUETIPO GEMINIANO
Imaginen una persona que cree que el dinero podrá darle seguridad, una persona que en consecuencia centrará sus pensamientos principalmente en el modo de hacer dinero, en las distintas posibilidades de ganarlo. Es más, seguramente se tratra de ese tipo de personas que tiene al menos dos fuentes alternativas para generarlo.
En esta persona entonces, la inteligencia está enfocada hacia el objetivo de ganar dinero; esto la lleva a utilizar toda su creaatividad y su ingenio para lograrlo.
Como contrapartida negativa, el hecho de estar pensando en tantos modos distintos de ganar dinero, puede llevarla a la dispersión, y en consecuencia, a tener problemas financieros. Ve tantas alternativas posibles que no se decide por ninguna. No pone en marcha sus negocios, sus actividades para obtener el dinero que desea y sus proyectos no pasan de ser un sueño.
La persona además no tendrá una situación financiera estable, ya que estará sujeta a fuertes cambios de fortuna.
Una persona que debe evitar quedar totalmente absorbida por sus pensamientos relacionados con el dinero, tiene que lograr enfocar su mente en el tema pero sin saturarla.
Si la persona logra canalizar su energía mental en no más de dos simultáneos para generar recursos, se verá favorecida en el éxito material, pues es muy capaz en el manejo del dinero, y en todo tipo de actividades comerciales.
A medida que alcance el éxito económico percibirá que ésto no le satisface, que en realidad, sus problemas no se solucionan con dinero.

ARQUETIPO CANCERIANO
Imaginen una persona que respeta las tradiciones y los sistemas de creencias de su familia, y de la cultura que lo rodea, que acepta los modos tradicionales impuestos por la sociedad para el mejor modo de hacer dinero. Una persona que tiene una natural capacidad para generar dinero, en especial relacionado con el área de la compra y venta de inmuebles.
El dinero que gane buscará de administrarlo con suma prodencia, evitando gastos superfluos pero sin llegar a convertirse en mezquina. Buscará ahorrar una parte importante de sus ingresos para cubrir necesidades futuras. Los bienes que compre, asi como el dinero que posea le dará una sensación de seguridad.
Tiene un fuerte apego sobre los bienes que posee, pero en caso de situaciones que lo afecten sentimentalmente es capaz de desprenderse sin problemas de ellos.
En este caso tampoco habrá estabolidad ya que el estado financiero estará sujeto a fuertes cambios de suerte.

ARQUETIPO LEONINO
Imaginen una persona que detenta un puesto de autoridad, una persona que tiene prestigio y poder. Una persona con una fuerte capacidad para generar dinero, que lo gana con mucha vitalidad.
Además de capacidad para generarlo, tiene una gran capacidad para administrarlo adecuadamente, y es generoso para gastarlo compartiéndolo con sus seres queridos.
A través de esta intensa actividad de generar, administrar y gastar adecuadamente, o sea esta actividad con valores externos lo va llevando a encontrar dentro suyo valores que trascienden lo económico. Pues estas personas se dan cuenta que estos logros externos si bien estimulan su sentimiento de identidad y poder, no logran acercarlos hacia la felicidad.
Esta persona necesita en consecuencia generar sus propios recursos en vez de depender de que otros se los provean. Construirá su propia seguridad sin depender de otros para sentirse protegida.

Autor: Dr. Dino Ricardo Deon.