LAS FLORES DE BACH
Holly
El arbusto de Holly pertenece a la familia del muérdago, esa planta de hojas color verde vivo y pepitas rojas tan utilizada para decorar las mesas de Navidad. La razón de ello es que las flores de esta planta simbolizan la apertura del chakra del corazón, del amor divino universal, más allá del hombre racional. En el período de Navidad, sentimos muchas veces que nuestro corazón se abre, que la luz lo inunda y tomamos consciencia de su significado, el renacimiento de la consciencia divina.
Tradicionalmente sus ramas se utilizaron para limpiar chimeneas, y hogares, considerados el corazón de las casas. Por allí se creía que podían ingresar las energías negativas de los espíritus. Holly ayuda a liberar negatividades en nuestro corazón y a tomar consciencia de que somos luz y que a través del amor
Los antiguos druidas, consideraban esta planta como la más sagrada. Bach no desconocía esta historia y a principios de verano se dedicó a estudiarla para observar su efecto sobre las emociones del hombre.
Cuando falta amor, el hombre es atacado por sentimientos de celos, rivalidad, sospechas, odio, disfrute por el sufrimiento de los demás, envidia, decepción, provocando un endurecimiento del corazón. Tan grande es el lugar que ocupan los sentimientos negativos interiores que el individuo pierde la capacidad de amar. Esto trae aparejada una sensación de abandono, aislamiento y falta de comunicación que hace canalizar toda la energía en pos de una lucha por ser amado. Pero los sentimientos negativos son tan fuertes, afectan tanto las emociones que la energía interior se transforma en un campo propicio para el ingreso de enfermedades.
Es interesante por ejemplo ver como una persona que cela enfermizamente a otra, no puede darse cuenta de que si no puede recibir el amor que espera es porque tampoco lo puede irradiar, estando su corazón cerrado. Así suelen basar su seguridad o su realización en lo que el otro pueda darles, en los propios sentimientos y necesidades, sin darse cuenta de que la meta debería estar puesta en encontrar la unidad interior, la conexión con lo divino que hay dentro de cada uno de nosotros.
La sensación de ausencia de amor es típica del tipo Holly negativo. Esto provoca sufrimiento en la persona que se siente abandonada en su pesar y muchas veces tiene explosiones coléricas y temperamentales por el enojo que esta emoción le produce. Holly da sentimientos manifiestos, totalmente diferentes a los íntimos no expresados de Willow, por ejemplo, pero que también pueden derivar en miedo a la pérdida del control (Cherry Plum), impaciencia (Impatiens), frustración (Vervain), etc.
Holly es también considerada como flor catalizadora pues ayuda a clarificar las ideas. Cuando las florales que se han dado no surten el efecto deseado o son muchas las florales que aparecen en primera instancia, esta floral ayuda a discernir entre los estados de ánimo claves, que originan el problema. Esto se da especialmente en el tipo de personas sumamente activas con mucho ímpetu, ya que cuando se trata de individuos más pasivos la flor usada con el mismo fin es Wild Oat.
Holly en estado transformado representa el grado más elevado del amor universal. La persona aprende a vivir en armonía, comprendiendo a sus semejantes, alegrándose con sus logros, reconociendo el derecho de cada alma de ocupar un lugar en el mundo con alegría, gozo y sobre todo, con un enorme sensación de amor dentro de su corazón.
Autores: Staff de la Revista Crecimiento Interior.
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