Las Flores de Bach
Centaury
Bach descubrió esta pequeña planta medicinal en 1930, entre la hierba de los campos. Su flor de color rosada nos brinda un elixir capaz de aumentar la fuerza personal y la autorealización.
En la antigüedad se le atribuían a esta planta numerosas propiedades muy diferentes unas de otras, desde antídoto a curadora de problemas en los ojos. Su nombre proviene de la mitología griega, donde el Centauro galopaba por los bosques que habitaba, con su cuerpo de caballo y su cabeza y tronco de hombres. El centauro era un ser de una gran fuerza de voluntad, pero muy poco sociable. Se dice que Quirón, el centauro más conocido, fue quien descubrió está planta mientras buscaba la medicina que curara la herida que le había producido una flecha envenenada lanzada por Hércules, que por equivocación lo había alcanzado en el pie. En su búsqueda, el centauro ayudó a varios héroes mitológicos Es por ello que el primer nombre de esta planta fue Chironia.
Hoy en día, los fitoterapeutas utilizan esta planta para problemas digestivos, falta de apetito, anemia, estados de agotamiento. También se recetan tisanas de Centaura para el ardor de estómago, el estreñimiento, problemas hepáticos, o también de piel. Estos tipos de trastornos tienen que ver con las personas sensibles, tímidas, que por no poder poner límites o decir que no, absorben mucho de los demás.
Según Bach, las personas que se encuentran en estado Centaury negativo, no pueden regular su voluntad. Estas personas tienden a caer bajo la influencia de otras con carácter muy fuerte y por lo general se dejan llevar equivocadamente por los deseos de otros, sin darse tiempo para sí mismos. En el fondo, lo que los empuja a actuar de ese modo es su gran necesidad de caer bien, de recibir afecto, ya que ésta es su fuente de seguridad. Interiormente sienten que si no hacen todo por los demás, tal vez dejen de quererlos. Pero muchas veces se esfuerzan tanto por complacer, que agotan sus fuerzas. La energía de su chakra cardíaco comienza a congestionarse y la zona corporal correspondiente se afecta. El timo ubicado en esta área, es el encargado de seleccionar las células buenas de las malas en el cuerpo, pero también regula nuestros estados de ánimo. Al bloquearse el libre flujo por este centro energético, nuestro cuerpo comienza a sentir que su vitalidad lo abandona, y la persona suele tener tendencia a la hipocondría que padecerá en silencio. Lo mismo sucederá con sus enfermedades.
El estado Centaury negativo se caracteriza por su apocamiento que le impide regular su fuerza de voluntad, y por esa razón es fácil lastimarlo, provocarle inseguridad. Son aquellas personas que ante una petición ajena, no pueden negarse, aunque se encuentren llenas de responsabilidades y ocupaciones. En esos casos, podemos estar seguros de que estamos frente a un Centaury. Dejará de lado sus prioridades para hacer lo que le piden, de modo que luego no le quedan energías para sí y termina resignando lo suyo, sin protestar por ello. En realidad no es consciente del desgaste energético que está soportando.
Esta flor corresponde al signo de Virgo, el signo del servicio. Pero a Centaury le toca aprender la diferencia entre ser un verdadero instrumento de fuerzas superiores para bien de la humanidad y ejercer el servilismo. Debe comprender que puede ser útil para servir una causa noble, pero sabiendo negarse a aceptar aquello que lo pueda destruir tanto física como mentalmente, llevándolo a hacer más de lo que es capaz. Debe aprender que se le está dando una oportunidad de desarrollarse y de ayudar a los otros a crecer. Cuando renuncia a su propia personalidad, la persona está dejando de ser ella misma y está fomentando en el otro el deseo de poder.
De las 38 florales del sistema, Centaury es la más sensible y sensitiva. Muchas de las personas con capacidades paranormales, caen primero en el estado negativo de esta flor.
EFECTOS DE LA FLOR EN EL ESTADO DE LA PERSONA:
Después de tomar Centaury, se logra reencontrarse con el propio centro. Se recobra el contacto con la voluntad, ya sea que se haya debilitado por una enfermedad prolongada, en cuyo caso se recupera la vitalidad, o que se haya perdido, parcial o totalmente, al ser absorbida por una fuerte personalidad, (tipo Vine, o Chicory), a la cual se ha sometido ciegamente.
Centaury permite también recuperar la alegría, y el poder interior. El compañerismo toma su justa medida: colaborar con los otros sin sumisión. En este estado transformado, la autovaloración y la autoaceptación recobran importancia, sobre todo en quienes acostumbran a regirse por el elogio y la censura de los otros.
Autorrelegada hasta entonces, la persona comienza a tomar consciencia de sus propias necesidades y deja de postergarse. Desarrolla la propia autoridad y es amo de sí mismo.
Los sentimientos negativos que lleva un Centaury negativo escondidos dentro de sí (depresión, cansancio, tristeza, aflicción, debilidad e incertidumbre) se transforman en posibilidad de disfrutar de la vida con todo lo que ofrece, en especial, la posibilidad de ser uno mismo, en plenitud, ni dominado ni dominante. Así lo manifestaba el Dr. Bach al hablar de los efectos de esta flor: "No espero que el seguidor se haga patrón, ni que el oprimido llegue a ser matón".
Centaury ayuda a estimular el camino de la individualidad, reconociendo los propios límites y los de los demás. Y pone punto final a la dependencia de la aceptación ajena, permitiendo recuperar las energías perdidas.
Autores: Staff de la Revista Crecimiento Interior.
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