EL SOL: ARCANO XIX
Descripción y su simbolismo (continuación)

Habíamos comenzado en el número anterior de la revista con el análisis del Arcano El Sol, ahora lo completaremos. A tal fin procederemos a contestar las preguntas que habíamos planteado entonces.
Nos preguntábamos: ¿por qué en este arcano han puesto tanto énfasis en simbolizar de tantos modos distintos al "círculo" y a "la creación y la vida"?.
En distintos arcanos vistos hasta ahora, se representaron fuerzas antagónicas: aparecían así la fuerza masculina (yang) y la femenina (yin).
Las fuerzas masculinas aparecían con claridad en los siguientes arcanos: en el Mago (Arcano I), en el Emperador (Arcano IV), en el Sumo Sacerdote (Arcano V), en el Ermitaño (Arcano IX).
Por otra parte las fuerzas Yin (femeninas) las encontrábamos, entre otras, en el arcano La Sacerdotisa (Arcano II) y en La Emperatriz, (Arcano III).
Ahora, en cambio, en el arcano de El Sol, se va a producir la unión de estas fuerzas en una totalidad representada por el círculo en sus diversas manifestaciones. Simboliza la conciliación de los opuestos, la fusión de lo masculino y lo femenino en el Andrógino. La fusión en el uno, en el todo. Esta unión de fuerzas es conocida desde antiguo bajo el nombre de Bodas Alquímicas: la unión superadora de las fuerzas Yin y Yang en un Todo.
Para lograr esta unión será necesaria la energía del Sol que permitirá el proceso de trasmutación. Por eso al sol también se lo relaciona con el Oro de los Alquimistas. Se lo ha utilizado así como símbolo del Oro, y al Oro como símbolo del Sol.
Hemos visto el símbolo del círculo de diversas maneras: ¿cómo puede ser entendido el círculo?. Este círculo puede ser captado desde distintos niveles. Como totalidad representa al Universo. También representa al hombre que ha podido conciliar los opuestos y experimenta un estado superior: el del conocimiento eterno. El círculo además, era el modo utilizado por los iniciados para crear un espacio sagrado. De esta manera, creaban en el interior del círculo un lugar protegido: quedaban separados del mundo cotidiano, profano y entraban a un lugar sagrado, unido a lo eterno.
También nos preguntábamos: ¿no están representando "El círculo" y "La creación y la vida" un mensaje similar y complementario?.
Esta pregunta podría responderse con una imagen y ella es: Ouroboro, la serpiente que se muerde la cola. Esta imagen está presente en diferentes culturas desde tiempos inmemoriales y representa el eterno retorno, la energía y la conciliación de los opuestos.
El eterno retorno pues la serpiente una vez por año cambia su piel y tiene así un nuevo inicio.
La conservación de la energía ya que desde antiguo la serpiente es el símbolo universal de la energía.

ANALISIS DE LOS SIMBOLOS DE LA CARTA

Procederemos ahora a analizar uno por uno los siguientes símbolos:
- Dos jóvenes.
- Un Sol.
- Gotas que caen del Sol.
- Una especie de guirnalda circular de color verde a los pies de los jóvenes.
- Una pared.

DOS JOVENES
Habíamos ya dicho que ellos representaban:
1. El infinito.
2. El yin, el yang y el Tao como totalidad.
3. La vida de diversas maneras: como potencial pareja y como juventud.
¿Simbolizan algo más?. Estos jóvenes portan además otros símbolos. Los cuales se pueden encontrar en la ropa, en el círculo y en la posición de los pies.

LA ROPA
El joven está vestido de rojo y la joven de celeste.
El rojo es el fuego y el celeste es el agua. El rojo es la energía masculina y el celeste la energía femenina. Así se busca reforzar la imagen de los elementos que intervienen. Una parte del entrenamiento de Chi Kung consiste en aprender a regular el Chi de Fuego y el Chi de Agua para que estén equilibrados. Esto implica aprender a utilizar las energías masculinas y femeninas dentro nuestro buscando la totalidad: la mente racional para dominar y dirigir la mente emocional.

LA ARMONIA DE LA UNION DE LOS OPUESTOS: LAS BODAS ALQUIMICAS.
Estos jóvenes representan además el renacimiento de la vida, la humanidad regenerada, que busca la luz del Sol.
Los opuestos que se han unidos: la luz y la oscuridad, la extroversión y la introversión, lo objetivo y lo subjetivo, la acción y el pensamiento. El espíritu y el cuerpo, lo conciente y lo inconsciente, el Eros y Logos. La mente unida al espíritu, y el sentimiento unido a la razón. Las mitades gemelas de la mente (los hemisferios cerebrales).
Al superar la pareja de contrarios y sus polaridades, se produce la coincidencia entre los opuestos, y se concretan Las Bodas Alquímicas. De este modo las energías al unirse alquímicamente en un nivel superior, permiten pasar del Plomo representado por lo material y los bajos instintos al Oro que representa lo espiritual y los más altos anhelos del ser humano. Así con nuestros cuerpos transmutados, a un nivel tal que implique un nuevo nacimiento, podremos ingresar al Reino de los Cielos.

EL CIRCULO
La pareja se encuentra dentro de un círculo. Este importante símbolo se refiere al límite sagrado que el hombre tiene en su vida. Dentro de este espacio se pueden conciliar los opuestos y se experimenta el estado de eternidad. Este lugar los protege, separando al hombre del mundo cotidiano y profano, y contactándolo con la trascendencia y lo eterno. Se ha visto en el lugar donde está la pareja al paraíso perdido y recuperado por ellos al aparecer el Sol. Así ellos han reconquistado el Paraíso pues aman el trabajo divino, al que se han asociado libremente a fin de contribuir a poner orden en el caos humanitario, con arreglo a las intenciones creadoras. Es entonces a través del trabajo sobre nosotros mismos que podremos llegar, dentro de un espacio sagrado, a vibrar en armonía con lo más alto, podremos vibrar en la frecuencia del Sol.

POSICION DE LOS PIES
El joven de la izquierda tiene su pie derecho apoyado en la circunferencia que forma la guirnalda y el izquierdo en el centro de la misma. La joven de la derecha tiene en cambio su pie izquierdo apoyado en la circunferencia y el derecho en el centro. Aquí de nuevo tenemos una clara referencia a las distintas energías complementarias; el lado derecho del joven (energía masculina dentro de su cuerpo) corresponde a su parte racional y ella debe apoyarse en el círculo (el mundo) y su pie izquierdo (su parte femenina) en el centro (el espíritu, la totalidad). La mujer es lo complementario y sus energías deben canalizarse de modo inverso: usar su parte femenina para actuar en el mundo y su parte masculina para conectarse con el centro.
El hecho que se vean los pies implica que los jóvenes podrán actuar para materializar lo deseado.

EL SOL LOS ILUMINA
Vemos que el Sol los ilumina. Es que bajo la influencia de este astro harán su obra. Pasaremos ahora a analizar al Sol.

EL SOL
"El sol nutre a todos los seres vivientes
como luz primordial coordinadora del caos."

A través del Sol se producirá nuestra purificación espiritual a través de las diversas pruebas a las que nos someterá la vida. La Gran obra estará iluminada por su luz.
Este Sol tiene las siguientes características:
1. Un rostro casi humano.
2. Rayos.
3. El Centro.
4. Despide unas gotas amarillas.

EL ROSTRO
El sol nos presenta un rostro con una expresión de apacible serenidad. Los rasgos humanos indican que el sol no es un objeto inanimado, tiene vida e inteligencia superior. Este rostro no lo disminuye a un nivel de sentimientos y pasiones humanas, sino que indica que nosotros los humanos, si nos elevamos, podemos adquirir rasgos solares.

RAYOS
Se pueden observar veinticuatro rayos, doce rectos, doce ondulados. Estos representan el equilibrio que ilumina el firmamento.
Estos rayos transmiten fuerza, energía y luz a los jóvenes. El Sol sabemos que tiene dos propiedades básicas: iluminarnos y darnos calor. La luz está representada por los rayos rectos y el calor por los rayos ondulantes.
Los rayos rectos y los ondulantes a su vez representan también las energías masculinas y las femeninas.
Cada grupo de rayos forman un grupo de doce, que corresponde a las doce casas del Zodíaco. Nos indica que el Sol rige e ilumina cada uno de los doce "domicilios" de nuestra vida, tanto sea en su aspecto masculino (rayos rectos) o femenino (rayos ondulados).

EL CENTRO
El sol posee un centro desde el cual surgen los rayos, este es el núcleo del Sol. Este centro, o núcleo, que a veces se representa como un punto, está simbolizando la unidad desde la cual nacen y se desarrollan las diversas manifestaciones de lo divino en el mundo material. Este es el centro desde donde todo parte y a donde todo regresa luego de su desaparición. Así a través del movimiento del Sol podemos apreciar los doce meses del año, y las cuatro estaciones.

LAS GOTAS AMARILLAS
Habíamos visto que en la lámina anterior LA LUNA, subían hacia el cielo gotitas de colores. En EL SOL el simbolismo es exactamente inverso, las gotas están bajando.
Estas gotas hacen referencia a la energía que despide el Sol y que tiene por finalidad energizar, enriquecer a los jóvenes.
Las gotas de color amarillo simbolizan también el Oro del Alquimista. La riqueza espiritual necesaria para la Gran Obra. Así conocen el verdadero Oro, distinto al oro vulgar que buscan los seres terrenales.
Ellos buscan el oro en el cielo, los otros miran hacia abajo y quieren encontrarlo en las profundidades y oscuridades de la tierra.
Así los jóvenes no necesitan poseer nada terreno, pues su riqueza está y proviene del cielo. El sol permanentemente dispensa sus riquezas a sus hijos, y es suficiente para ellos permanecer dentro del espacio sagrado para obtenerlas.

SENTIDO MASCULINO
Si bien el Sol posee rayos masculinos y femeninos, como símbolo de totalidad está representado a lo masculino. ¿En qué sentido?. Pues, por oposición al sentido simbólico femenino atribuido a la luna, el sol asimila el sentido masculino. Este se relaciona con: el padre, la energía activa manifestada, el principio activo en todas las cosas y el fuego creador.

EL ETERNO RETORNO: LA RESURRECCIÓN DEL SOL
A diferencia de la luna, que durante su ciclo mensual, va creciendo y desapareciendo en partes, el Sol siempre se manifiesta como Totalidad. Así la luna se nos muestra con sus formas cambiantes y escondiendo permanentemente una parte importante de su ser. Nunca un humano, desde la tierra puede saber qué esconde su "cara oculta". El sol, en cambio no tiene nada que ocultar. Llega todos los días para iluminarnos y disipar la oscuridad. Manifiesta así el eterno retorno y triunfo de la luz sobre la oscuridad.

LA GUIRNALDA
De ella ya hemos hablado. Se encuentra a los pies de los jóvenes y representa la vegetación, la vida en plena y alborozada manifestación. Es un claro símbolo de la regeneración periódica de la vida que vuelve a manifestarse.

LA PARED
Habíamos dicho que "Ella también simboliza la vida, la creación. Concretamente se refiere a la construcción de nuestra vida". Entraremos ahora a un análisis más profundo del símbolo.
La pared, que aparece en la imagen, a diferencia de una montaña, es una obra humana, por lo tanto implica un trabajo. Esta obra representa la materialización realizada con esmero y capacidad.
Pero no se trata aquí del trabajo impuesto por obligación para obtener una paga terrenal. En cambio, se trata del trabajo fecundo que permite a los humanos realizar la Obra. Se realiza por amor a lo superior. Nos convertimos así en constructores, primero de una pared, para que luego, y entre todos, hacer la Gran Obra. Podremos, siguiendo los planos del Divino Arquitecto, construir el Templo que nos cobije.
Esta pared indica por una parte separación y por la otra Unión.

Separación: Nos separa del pasado, nos separa del mundo profano, y si estamos del otro lado nos separa de la verdad.
1. Separación del pasado:
Así esta pared pone un límite y crea a su vez un punto de unión con lo que hemos dejado atrás, construyendo con el pasado una obra armoniosa y creativa.
2. Separación del mundo profano:
Esta pared al crear un límite ante el mundo profano, crea así un espacio sagrado donde la trasmutación mística se puede producir. Se lo ha llamado a este espacio sagrado el "jardín Oculto" o "Huerto sagrado".
La pared protege este espacio para realizar la obra. De este modo los jóvenes podrán salir de la influencia de la Luna (Arcano XVII) para unirse al Sol y bajo su claridad fusionar los aparentes opuestos. Aquí están protegidos de las manifestaciones de la oscuridad, y de su parte terrena. Aquí las fuerzas del Logos y del Eros podrán unirse para la creación. Podrán entonces concentrar su energía para elevarla hacia la conciencia solar. En este jardín aparecerán los frutos de la obra realizada.
3. Separación de la verdad:
El muro de piedra representa un límite a la comprensión de la verdad. Muestra que la captación de la verdad es limitada para el hombre común.
Cinco hileras tiene la pared. Representan nuestros cinco sentidos. Ellos nos permiten conocer la realidad de un lado de la pared, podemos conocer así el mundo material. Nuestros sentidos además pueden ser el más grande obstáculo cuando los queremos utilizar exclusivamente para comprender lo que se oculta detrás de la pared: la realidad espiritual. En ese territorio sagrado son "otros" los sentidos necesarios para comprender y ver la verdad.
Aquellos que construyan una pared con sus sentidos, y se aferren a lo material no podrán entrar en el espacio sagrado y captar la verdad.

Unión: la pared es símbolo de unión pues representa a la humanidad como totalidad y al ser humano como individualidad totalizadora.
1. La humanidad como totalidad:
Si los humanos tienden en sus conflictos terrenales a la separación, esta pared nos muestra la posibilidad de la unión. Es bajo la luz del Sol que la humanidad sale de la oscuridad, pues el sol les permite ver con claridad, y reconocernos como hermanos para poder ejecutar la Gran Obra. Así los hombres utilizando nuestras capacidades, en un trabajo conjunto, y uniendo a tal fin las fuerzas aparentemente antagónicas, podremos construir la pared de la humanidad.
Esta pared será el comienzo, luego juntos podremos construir el Templo. Uniendo a tal fin, distintas hileras de ladrillos. Utilizaremos en armonía grupos de ladrillos azules, amarillos y rojos.
Esta pared está realizada por ladrillos humanos y con un humano artífice. Para construir la pared se han utilizado tres hileras de ladrillos amarillos y rojos y dos hileras de ladrillos azules. Estos son todos los tipos de ladrillos necesarios para formar una sociedad justa: amor como el sentimiento más noble (azul), inteligencia, el saber acumulado de la cultura (amarillo), y energía del trabajo (rojo).
Cuando falta alguno de los elementos no podemos construir esta pared sagrada pues, si faltan los ladrillos rojos, no habrá energía para la obra. Si faltan los ladrillos amarillos, no tendremos inteligencia ni sabiduría para saber cómo hacer la pared y si faltan los ladrillos azules, la ausencia de amor en la obra nos llevará a construcciones carentes de sentimientos superiores.
El sol está ahí para que con su energía pueda "fraguar" el elemento aglutinante que permite la unión de estos ladrillos. Así unidos armoniosamente, crearemos el Templo Sagrado.
Este templo no será destruido como La Torre (Arcano XVI). Obsérvese que en la construcción de la torre no aparecen los ladrillos azules. Solo los de color carne. Es que en la Torre se ha utilizado únicamente lo material y por esto fue destruida desde lo alto por el rayo.
La Obra de Dios se manifiesta con Luz (la claridad que disipa la oscuridad) y el Calor que da vida. Ellos participan entonces de la nueva construcción de la humanidad luego de su caída. Así esta carta complementa a La torre (Arcano XVI), al mostrar el camino para recuperar su unión con lo superior.
2. El ser humano como individualidad:
La construcción de la pared entre todos los humanos será posible únicamente cuando cada ladrillo sea de la calidad y forma adecuada. Nosotros somos esos ladrillos y por esto deberemos comenzar a transmutarnos para poder pertenecer a la gran pared.
Así la calidad de la pared en su totalidad estará en función a cada ladrillo en particular. En el espacio sagrado cada uno de nosotros buscará el cambio interior.

CONCLUSION
Este Arcano nos convoca a la unión, a la unión con los otros para la gran obra, pero primero nos convoca a la unión dentro de cada uno de nosotros. Cuando nuestras "partes" formen un todo, cuando descubramos las energías opuestas en nuestro interior y podamos elevarlas para que unidas trabajen para el todo, habremos dado el primer paso.
Se habrá producido en nosotros una nueva creación, habremos renacido bajo la luz del Sol.



Autor: Dr. Dino Ricardo Deon.