INSTITUTO DEON

El Indigo (o añil) es un color que resulta de la combinación del azul y el violeta.
Al regular los pulmones, puede ser utilizado en casos como pulmonía, neumonía, asma, catarros o bronquitis. Por ejemplo tomar agua solarizada de color índigo nos permitirá expulsar las irritantes flemas causantes de la tos.
El sistema digestivo también se encuentra relacionado con este color, por lo cual la indigestión, vómitos, diarreas, dispepsia, etc. pueden ser regulados armoniosamente de la misma manera.
Posee gran influencia en el sector de la cabeza, como el ocular (por lo cual es recomendado por ejemplo en casos de cataratas o pérdida de la visión), auditivo (en casos de sordera, dolor de oídos, etc.) y olfativo (en trastornos relacionados con el sistema olfatorio, incluso en hemorragias nasales). Para las hemorragias frecuentes se recomienda lavarse la nariz con agua solarizada de color índigo, antes de acostarse y por el transcurso de una semana.
Pero no solamente puede ser aplicado en caso de hemorragias nasales, sino en cualquier tipo de hemorragia en donde el lavado con esta agua, posibilita la detención de la misma.
Al ser un color calmante puede ser utilizado para anestesiar, incluso se cree que esta inmunidad al dolor es provocada por la elevación espiritual que genera el color, permitiendo una superación de las sensaciones físicas.
Frente a los desórdenes mentales y emocionales el tratamiento psicológico o psiquiátrico potencia su efectividad si se combina con un tratamiento cromoterapéutico con índigo.
Preparar el agua solarizada de color índigo con la cual nos valdremos para superar muchos de los trastornos mencionados es muy simple, basta con llenar de agua una botella o recipiente de vidrio del color necesitado (en este caso el índigo) y dejarla al sol aproximadamente de entre cuatro a ocho horas. Para ingerir el agua se recomienda una dosis de tres cucharadas al día, preferentemente antes de comer.
Elementos compuestos de metales como el hierro o el cobre, irradian este color.
La Bioenergía (estudio de las energías de los seres vivos) relaciona al color índigo con el sexto chakra ubicado entre las cejas. Recibiendo muchas veces el nombre de Tercer Ojo, se asocia con la meditación y la clarividencia. Justamente su nombre en sánscrito es Ajña Chakra, que significa "mandato", pues recibe las indicaciones de nuestro yo superior. Entre sus funciones encontramos la regulación del sistema endocrino e inmunitario y por supuesto incide sobre la zona de la cabeza ya mencionada.

Autora: Marina Deon