¿Sirven los libros de autoayuda?

Con este título comienza un artículo aparecido en un importante diario argentino el 27 de febrero del 2004 (se indicará en negritas el texto del artículo). A título de introducción hace referencia a que "La crítica literaria los destroza o los ignora y que algunos psiquiatras, sociólogos y filósofos dicen ahora que son útiles, o por lo menos no hacen daño", finalmente "Creen que pueden ser un estímulo para mejorar, pero advierten que no son una panacea."

El artículo indica posiciones a favor de dichos libros.
Las a favor resaltan:
1. Que tienen sentido.
2. Que es de mucha utilidad, porque instruye, orienta, hace compañía.
3. Que la lectura de estos textos en general es el paso previo de otras actividades, como seguir un curso, un taller o hacer una consulta profesional. Funcionan como estímulos o palancas para hacer otras cosas.
4. Que la autoayuda es posible. Estos libros sirven porque dan instrumentos, orientaciones y pautas generales para solucionar los problemas de la gente.

También trae posiciones en contra de estos libros, generando un conflicto. Pero antes de entrar en su análisis, corresponde que definamos el objeto de estudio y preguntemos: ¿Qué tipo de libro es el de "autoayuda"?.
Para responder recurrimos enseguida al Diccionario de la Real Academia Española (Edición 1995), pero lamentablemente la palabra "autoayuda" no existe. Tomando entonces de dicho diccionario la palabra "auto" por una parte y "ayuda" por la otra, podemos afirmar que cuando decimos "autoayuda" nos estamos refiriendo a "Hacer un esfuerzo, poner los medios para el logro de una cosa, por uno mismo". Es indudable que esta acción solo puede recibir aplausos. Esta idea de "autoayuda", esta acción de hacer las cosas por sí, desde la antigüedad ha sido reconocida, y es quizás el motor del desarrollo individual.
Sabemos que el conflicto tampoco está en el concepto de "libro". Todo el mundo coincide en la importancia que tienen los libros en la evolución del ser humano a fin de transmitir la cultura. Es más, en la actualidad se trata de recuperar el hábito de leer buenos libros.
¿Por qué entonces cuando le agregamos a la palabra "libro" la palabra "autoayuda" y lo convertimos en "libro de autoayuda", provoca, según lo que afirma el artículo, que "En el mundo literario la opinión es casi unánime: las críticas destrozan estos textos, tratándolos, en el mejor de los casos, como un género menor. La otra opción es simplemente ignorarlos, aunque encabecen las listas de best-sellers durante meses."
¿Cuál es el motivo de estas opiniones de rechazo?. Para tratar de entenderlas listaremos las objeciones principales que presenta el artículo sobre los libros de autoayuda:
1. Gran variedad de temas que tratan.
2. El considerar que leer solo unas cuantas páginas es suficiente.
3. El considerar que el perfil de la persona que consume estos libros carece de formación cultural.
4. El considerar que el lector es una persona casi "vencida", sin opciones.
5. El presuponer que el lector busca algo mágico.
6. El considerar que tienen un "tope de utilidad" y que "no resuelven toda la vida".
7. El considerar que no aportan nada nuevo, refuerzan estereotipos, convenciones. Provocan una mezcla de satisfacción y frustración, por eso se consume uno tras otro.

Analizaremos ahora una por una las objeciones.
Respecto a la gran variedad de temas sobre los cuales discurren estos libros, en el artículo en cuestión se afirma que "los títulos abruman" y mencionan algunos: "Quererse a uno mismo. Controlar la mente. Entender los sueños. Dejar de fumar. Abandonar el alcohol. Amasar fortunas. Ser exitoso en el trabajo. Hacer el amor espléndidamente. Lograr un cuerpo perfecto. Alcanzar armonía espiritual."
Indudablemente no tiene nada de negativo que una persona quiera esforzarse en mejorar esas áreas de su vida, y que estos contenidos no deberían "abrumar" a nadie, y menos con la sola mención de los títulos.
Respecto a la afirmación del artículo que "...Sólo se trata de leer unas cuantas páginas. La tentación es fuerte, por eso son un éxito".
No es cierto que los libros de autoayuda, en general, invoquen que leyendo unas pocas páginas se solucione la vida y que ésta sea la causa de su eventual éxito. En todo caso esa eventual "creencia" depende del lector y de su capacidad de entender la vida y no del libro, cualquiera que éste sea que haya caído en sus manos. Por otra parte los libros de autoayuda de "muchas páginas", triunfan tanto o más que aquellos de "unas cuantas páginas".
Respecto a considerar que el perfil de la persona que consume estos libros carece de formación cultural, basta reproducir la siguiente cita del artículo "...Es cierto que la gente que los lee probablemente nunca lea algo de filosofía dura, pero esta es una buena forma de entrar al maravilloso mundo de la lectura."
Indudablemente que ciertos lectores de autoayuda nunca leerán algo de "filosofía dura", pero probablemente tampoco lo hagan otros lectores de otro tipo de libros. El análisis no debería pasar por calificar a los lectores de autoayuda como una categoría inferior con relación a los otros.
Respecto a considerar que el lector es una persona casi "vencida", sin opciones, se refleja en el siguiente párrafo "...por otra parte, habla bien de una persona buscar ayuda aunque sea así, porque significa que no se dio por vencida."
Esta opinión, pone al lector de autoayuda en la categoría de persona casi desahuciada. Descalificando claramente a dichos libros.
El artículo afirma que: "...Igual, hay que tener presente que no son mágicos y tienen sus límites".
Esta afirmación nos llevaría a preguntarnos si hay libros mágicos y sin límites, pues nosotros los desconocemos.
En otra parte se afirma que "... hay que saber que tienen un tope de utilidad que está en el propio dinamismo del inconsciente. El ejemplo más claro se da con un masoquista cuyo límite justamente es que no va a autoayudarse. La idea de que uno puede arreglar sus cosas es muy tentadora, pero no hay que entusiasmarse demasiado, estos libros no resuelven toda la vida".
Yo me pregunto: ¿No será aplicable a todo libro, el tener un "tope de utilidad"?, o que no pueden "resolver toda la vida". Dejo a salvo de esta apreciación a la Biblia y a otros libros religiosos, para no desviarnos del tema.
En otro lugar afirma que "...Estos libros no aportan nada nuevo, refuerzan estereotipos, convenciones. Y provocan una mezcla de satisfacción y frustración, por eso se consume uno tras otro".
Debo decir que es un párrafo poco feliz, ¿cómo alguien puede afirmar que "ningún" libro de autoayuda aporta nada nuevo?. Además no necesariamente refuerzan estereotipos, ni provocan esa mezcla de satisfacción y frustración que los llevaría a consumirlos.
En muchos de los párrafos precedentes los entrevistados cometieron los mismos errores que se les atribuyen a algunos escritos de autoayuda:
- Han hecho afirmaciones que carecen de la suficiente base científica para justificar sus dichos.
- Han utilizado su posición de "saber", ya sea como "filósofo", psicólogo", o "psiquiatra" para que se acepten por ciertas sus afirmaciones sobre un tema que no es de su especialidad.
En vez de buscar defender o atacar a este tipo de libros de autoayuda sería más simple enfocar a cada uno de ellos, como lo haríamos con cualquier libro serio que quisiéramos leer, concentrándonos simplemente en el autor, el tema, y en nosotros como lectores.
Respecto al autor: todo libro depende, entre otras cosas, de la calidad de su autor, de su formación, de su capacidad de expresarse, de la innovación de su pensamiento. De la veracidad y fundamentación de sus argumentos. Temas, que en verdad, en ciertos libros de autoayuda aparece como una falla, pero de la cual tampoco carecen otros tipos de libros.
Pero esta "pobreza" del autor, llamémosla así, se complementa necesariamente con un lector que tampoco le exige más. En estos casos los libros se acercan más a una novela de fantaciencia que a un conocimiento adquirido y transmitido por el autor. Así aparecen autores que se autocalifican de Maestros ascendidos, y otros que son enviados de ciertas galaxias para transmitir mensajes apocalípticos. Este es un tema tan fácil de solucionar como el de dejar de consumir ese tipo de autores sin "respaldo" ni "capacidad".
Respecto al tema: existen cientos de temas que son aptos para tratar en libros de autoayuda, pero ciertos conocimientos no son aptos para ser aprendidos a través de este tipo de libros.
Menciono a título de ejemplo dos de ellos:
- Opérese usted mismo de una hernia en siete semanas.
- Aprenda a nadar en alta mar sin necesidad de ayuda.
En estos, como en otros muchos casos, si realmente tenemos una necesidad de aprender un conocimiento para "ayudarnos" debemos recurrir a un especialista. Alguien formado en una rama determinada del saber y en su caso con la correspondiente habilitación profesional.
Respecto al lector: los buenos libros además de transmitirnos conocimientos, deben despertar nuestra curiosidad y permitirnos poner en duda ciertos saberes. Busquemos libros que nos obliguen a pensar, que sean lo suficientemente "difíciles" para que debamos esforzarnos, y lo profundamente "claros" para incorporarlos a nuestro ser.
Una última observación, no comparto la alegre afirmación de que en todo caso, los libros de autoayuda "no hacen mal a nadie". Estoy profundamente convencido que los malos libros, en especial los mal intencionados, pueden ocasionar un daño tremendo, sean estos libros de autoayuda o no.
¿Sirven los libros de autoayuda?. ¿Los buenos?. ¡Claro que sirven!, siempre el esfuerzo propio para mejorar ha servido, y si ese esfuerzo es acompañado cuando corresponde, por un profesional del tema, ¡servirá mucho más!.


Autores: Staff de la Revista Crecimiento Interior.