MASAJE ENERGETICO

El masaje es una de las artes curativas más antiguas, todas las civilizaciones antiguas y modernas recomiendan esta técnica para mejorar la calidad de vida de las personas.
En China, Grecia, Roma, Persia, Egipto, India, Japón y en muchas civilizaciones menos poderosas, se utilizaba el masaje como procedimiento curativo.
Durante la edad media se dejó de utilizar porque se creía (desde el cristianismo) que el cuerpo no era importante, y en realidad se lo creía como vehículo de las tentaciones y el pecado.
Pero luego de ese oscurantismo, y retraso en la evolución humana, fue recuperando su prestigio al mismo tiempo que la medicina comenzaba a adquirirlo, lo que implicaba un gran reconocimiento de la importancia del cuerpo. Y a medida que se fue deshaciendo esa dualidad mente-cuerpo, para pasar a integrar al Hombre en una unidad, el masaje también recupera su posición.
En la actualidad nosotros podemos encontrar diferentes métodos, uno de ellos es el masaje energético, que promueve el aumento de los niveles energéticos de la persona sometida a él.
Podemos decir que la técnica de masaje libera las tensiones de forma tal que disminuye los niveles de estrés. Es muy importante para la vida moderna, porque estamos rodeados de situaciones que comprometen nuestra tranquilidad personal y familiar. El masaje nos brinda un cuidado especial, ese momento es plenamente nuestro.
El masaje energético nos brinda la posibilidad de trabajar con los distintos niveles de energía de una persona. El cuerpo material y los cuerpos sutiles. Se trabaja con los complejos sistemas corporales: muscular, nervioso y linfático, produciendo la liberación de toxinas que contaminan nuestro cuerpo y que además colaboran a cronificar los estados de tensión.
No olvidemos que el masaje promueve la circulación de la sangre y del líquido linfático y que la mayoría de los estados patológicos mejorará si se estimula la circulación de estos dos fluidos vitales.
También debemos saber que para poder realizar un buen masaje es importante tener conocimientos básicos de anatomía, para saber los diferentes músculos y las formas en que trabajan y así saber cómo liberar las tensiones y las toxinas que se acumulan en el organismo.

Autor: Staff de la Revista Crecimiento Interior.