EL DESCUBRIMIENTO DE LA FOTO KIRLIAN

Al igual que la capa de ozono que recubre y protege a la tierra, el cuerpo humano emite una energía que lo rodea, vibrando de un modo particular. También las plantas y los animales emiten un tipo especial de energía, que podríamos comparar a una luz que se mueve desde el centro hacia afuera. A simple vista no es siempre posible ver esta energía, pero la fotografía Kirlian es el medio por el cual se puede comprobar su existencia.
El descubrimiento de este efecto fotográfico fue realizado por casualidad en 1939 en Rusia, por un electricista soviético llamado Seymon O. Kirlian. Este buscaba reparar un aparato de alta frecuencia que se utilizaba en electroterapia que se hallaba descompuesto, y comenzó a manipularlo. En ese momento percibió un fugaz resplandor entre los electrodos y la piel. Probablemente fuera esto lo que hoy en día se conoce en Kirliangrafía como efecto Corona, pero no se sabe a ciencia cierta.
Lo que sí sabemos es que a partir de ese momento se comenzaron las investigaciones en este campo, que habían querido ser demostradas ya afines del siglo pasado pero sin éxito por el sabio Nicolás Tesla, quien mostró fotografías de ciertas luces" emanadas de su propio cuerpo mientras se ubicaba dentro de un campo magnético de alta frecuencia.
Pero fue en realidad Kirlian quien realizó el invento que permitió trasladar a la placa fotográfica.
Esas emanaciones salidas de sus propias manos. Más tarde se dedicó a estudiar las variaciones de forma intensidad y en especial del color que aparecían en dichos efluvios y comprobó para su propia sorpresa que se trataba de diferencias en los estados emocionales, mentales y físicos de la persona cuya foto se registraba, aún cuando la fuente lumínica no era alterada. En realidad, esto lo descubrió fotografiándose él mismo cuando se sintió enfermo y así comprobó que su propia energía mostraba diferencias notables a aquellas fotos tomadas en momentos en que su salud era óptima.
Esto significa entonces que la fotografía Kirlian registra diferencias en la energía vital, la cual hoy todos sabemos tan bien que se modifica según el estado anímico, nervioso, psíquico y como consecuencia también en el orgánico del individuo, que quedan marcadas en el campo áurico. De este modo la foto Kirlian se transformó en un excelente método para diagnosticar síntomas en la persona que podían derivar en enfermedades futuras, ya que dichas alteraciones pueden ser detectadas en la energía con bastante anticipación a que se manifiesten en el cuerpo.
Cuando este sistema fotográfico llegó a los Estados Unidos, se propagó inmediatamente ya partir de ese momento se establecieron lo que se denomina patrones de energía, que permiten codificar los distintos colores, estructuras o intensidades que aparecen representados en la foto. Esos códigos se utilizan hoy en la realización de los estudios Kirlian que pasaron de ser un descubrimiento casual, a una importantísima herramienta de diagnóstico anticipado y prevención de la enfermedad.



Autores: Staff de la Revista Crecimiento Interior.